Hace 10 años que la normativa de la Unión Europea para la instalación de tacógrafos en camiones y guaguas se implantó "a medias" en Canarias. Ese mecanismo sirve en el Archipiélago para saber si el conductor ha sobrepasado el límite de velocidad, pero no se aplica su otra función: saber si el chófer ha cumplido con los descansos obligatorios. La escasa superficie de las islas fue el argumento esgrimido por la patronal para que haya esa realidad, frente a lo que ocurre en la Península.

La secretaria general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Estefanía Santos, cree muy necesario que en la Comunidad Autónoma ya se utilice el sistema para verificar las paradas obligatorias de los conductores. Santos señala que únicamente cuando se produce una muerte en un accidente de tráfico con un camión o una guagua implicados, la Guardia Civil de Tráfico tiene potestad para realizar una inspección del tacógrafo y saber, con un mes de antelación al suceso, si el chófer ha cumplido o no con sus descansos.

Según la portavoz de UGT en materia de Transportes, no resulta fácil que los conductores denuncien incumplimientos por parte de sus empresas. Recalca que "las islas son muy pequeñas y esos profesionales, en caso de ser despedidos, tendrían poblemas y les sería complicado pasar de una sociedad a otra".

La sindicalista señala que una de las situaciones que, a veces, se producen en algunas compañías, consiste en que un chófer se baja de "un camión grande" y pasa a conducir "uno pequeño". En otras ocasiones, también debe ocuparse de descargar la mercancía, algo a lo que, según Santos, no está obligado.

La portavoz de UGT comenta que puede haber casos en que los trabajadores realicen 15 o 16 horas diarias al volante. La sindicalista afirma que, en otras ocasiones, los empleados "se bajan de una guagua turística y se suben en una de transporte escolar en su periodo de descanso". El tacógrafo es obligatorio en camiones a partir de los 3.500 kilos y en guaguas de más de nueve pasajeros. Curiosamente, no tiene por qué instalarse en las guaguas de transporte escolar y en aquellos camiones de transporte de verduras o animales que hagan trayectos de menos de 100 kilómetros. Estefanía Santos lamenta que "tenemos que esperar a que muera alguien" para que el tacógrafo se revise de manera completa. Para UGT, se trata de un instrumento de seguridad vial "bastante seguro", que se activa con la tarjeta de cada conductor y detecta si alguien intenta manipularlo.