Cerca de 300 personas trabajaron esta noche en la cumbre de Gran Canaria para contener un incendio que ha quemado más de 2.000 hectáreas, con la esperanza puesta en los tres hidroaviones de refuerzo que llegarán hoy y, sobre todo, en las previsiones de lluvia.

El fuego afecta ya a cuatro municipios en un perímetro de 20 kilómetros (Tejeda, San Mateo, Santa Lucía y Telde) y ha obligado a desalojar sus casas a alrededor de 400 personas que residen en barrios de la cumbre, debido al riesgo que comportaban las llamas.

El presidente de Canarias, Fernando Clavijo; su homólogo en el Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; y la delegada del Gobierno central, Mercedes Roldós, se reunieron la pasada noche en el Centro de Coordinación de Emergencias de Las Palmas para conocer la última hora del incendio.

De acuerdo con datos facilitados por la Guardia Civil, fueron desalojadas las viviendas de la Cruz de Tejeda, Culata de Tejeda, Cuevas Caídas, Lagunetas, Cueva Grande, Camaretas, Risco Prieto y Ariñe, así como algunas casa cercanas a la Caldera de los Marteles.

Las autoridades hicieron además un llamamiento a toda persona que se encuentre en la cumbre a que la abandone y se aleje del fuego, cuyo frente tiene ya una amplia extensión y está generando llamas de unas 25 metros de altura.

De hecho, ya hay nueve carreteras cortadas al tráfico en la zona para evitar riesgos: GC-156, GC-15 (kms 13 a 27), GC-210 (kms 0-7), GC-150, GC-230, GC-400, GC-600, GC-608 y GC-130.

Morales reconoció que les sorprendió la fuerza con la que progresó el fuego, que encontró condiciones de viento propicias para pasar de zonas de monte bajo a pinares con mucho combustible.

El Cabildo ha pedido ayuda de medios al Gobierno de Canarias y del Estado, que ya se encuentran trabajando sobre el terreno, en una situación de "nivel 2" (incendio de nivel autonómico).

Sobre el terreno están trabajando efectivos de los grupos Presa (la élite de las unidades forestales de la Isla), así como miembros de Protección Civil de varios ayuntamientos, y ha sido movilizado personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ofrecido por la Delegación del Gobierno en Canarias.

Desde el aire, atacan el fuego cinco aeronaves: cuatro helicópteros forestales del Cabildo de Gran Canaria, uno del Gobierno canario, otro del Ministerio de Medio Ambiente y un avión antiincendios del Estado.