Tenerife y Gran Canaria deberían contar con tres grandes hospitales cada una para ajustarse a lo establecido en la ley 24 de 1986 que delimita las áreas de salud.

Dicho documento establece que "como regla general el área de salud extenderá su acción a una población no inferior a 200.000 habitantes ni superior a 250.000", un precepto que no cumple actualmente ninguna de las islas capitalinas, pues tan solo cuentan con un área de salud por isla, como ordenó el Gobierno de Canarias en el Decreto 32/1995 de 24 de febrero.

La ley establece, asimismo, que cada área de salud debe poseer un hospital de referencia o de tercer nivel. Esto significa que tanto Gran Canaria como Tenerife deberían contar con tres hospitales dispersos geográficamente por la isla para dar cabida a las necesidades asistenciales de la población.

En el caso de Tenerife, los dos hospitales de referencia que existen, el Hospital Universitario de Canarias (HUC) y el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, se encuentran ubicados a 2 kilómetros de distancia, lo que no "tiene sentido", explica Levy Cabrera, secretario general del Sindicato de Médicos de Santa Cruz de Tenerife.

Como establece la ley, debería haber tres áreas de salud atendiendo cada una a entre 200.000 y 250.000 habitantes , "una en el norte, otra en el centro y otra en el sur", cada una con un hospital de referencia y varios comarcales, insistió Cabrera. Esto sería lo "ideal", pues además atendería a las especificidades de cada zona.

Cabe recordar que actualmente, el área sur de Tenerife cuenta con 301.719 ciudadanos, el norte con 232.696 y la zona centro (Santa Cruz de Tenerife y La Laguna), con 356.696, según datos del ISTAC.

En Gran Canaria ocurre algo similar, pues el Hospital Universitario Doctor Negrín y el Hospital Materno Infantil se encuentran a unos 8 kilómetros de distancia. Por tanto, la delimitación entre zona norte, zona sur y centro (Las Palmas de Gran Canaria), también sería necesaria.

Dividir las islas en siete áreas de salud fue una decisión que se tomó en el Decreto 32/1995. En él, se reglamentó la organización y funcionamiento del Servicio Canario de Salud y se modificó lo establecido en otro decreto, el del 24 de abril de 1987. Este último, sobre la delimitación de las áreas de salud, llegaba a la conclusión de que tanto Tenerife como Gran Canaria deberían poseer dos áreas cada una, gozando la comunidad autónoma de Canarias de un total de nueve áreas.

Aparte de esto, "cada 30 o 40 kilómetros, debería situarse un hospital comarcal público", afirmó Levy Cabrera, porque así contendrían la demanda de los hospitales terciarios. Sin embargo, actualmente hay islas en las que no existen hospitales comarcales, como es el caso de Tenerife, donde esta tarea se suple con la actividad concertada.

Mientras en Atención Primaria, las cosas se han hecho "mejor", el no cumplir con esta ley ha generado que Canarias no conste de un sistema sanitario "adaptado a la demanda", argumentó Cabrera, "tanto en materia de infraestructuras como de personal suficiente".

Una mala decisión

Aunque ambas islas necesiten tres áreas de salud, la isla que más defectos asistenciales posee es Tenerife. El problema podría residir en una decisión tomada en los noventa, en la que el gobierno resolvió no construir el Hospital Universitario Doctor Negrín 2, lo que dejó a la isla con unas infraestructuras hospitalarias deficitarias durante años.

Los comarcales no suplen

Los hospitales del Norte y del Sur de Tenerife, aunque sus nombres parezcan señalar lo contrario, no son hospitales terciarios, sino comarcales. Por lo tanto, su construcción no suple el problema con el que se encuentra actualmente el sistema sanitario ni el del ajuste a la ley de áreas de salud.