El nuevo edificio de la sección -antigua facultad- de Bellas Artes, que se inauguró en el curso 2014-15 y se encuentra en el campus de Guajara, tiene problemas de goteras y humedades desde hace al menos un año. La Universidad de La Laguna (ULL) ha encargado a un estudio de arquitectos que elabore un análisis sobre el origen de los desperfectos y, si la razón estuviese vinculada a la construcción, reclamará daños a la dirección facultativa o a la empresa constructora.

El estudio de arquitectos acaba de comenzar las catas y hasta dentro de cerca de un mes -según los cálculos de la dirección de la ULL- no se conocerán los resultados. En función de ese análisis, el centro decidirá si puede exigir una compensación o si los arreglos deben correr por cuenta propia.

La gerente de la ULL, Lidia Pereira, explicó que están "tratando de discernir la causa que origina determinadas humedades -incluso antes de que empiece la temporada de lluvias-, si el deterioro es consecuencia del uso o si hay responsabilidad por parte de la constructora o de la dirección facultativa".

Los problemas con este edificio "han existido desde que se puso en funcionamiento", explica. "Siempre hemos tenido que estar arreglando" distintos aspectos, como "goteras" o "la apertura de las puertas", reconoce.

"El año pasado fuimos arreglando a medida que veíamos que encontrábamos problemas, pero en estos últimos meses hemos ido detectando otros pequeños fallos, como pequeñas manchas o grietas", lo que hizo que en junio la institución decidiera emprender esta investigación en profundidad.

"Lo que queremos con este estudio es ver a quién le corresponde asumir estos gastos", recalca Pereira, y, en cualquier caso, tratar de que "el funcionamiento sea el mejor posible".

Aunque los alumnos de la propia facultad llevan meses quejándose del estado del edificio y pidiendo a los compañeros que envíen fotos de los espacios deteriorados para visibilizar la queja, la gerencia sostiene que la decisión de afrontar los desperfectos forma parte de un "plan de mantenimiento preventivo" que la ULL está desarrollando en las infraestructuras universitarias.

En estos momentos, según detalló Pereira, se están realizando -o se van a empezar en breve- obras en prácticamente la totalidad de los centros. Los trabajos forman parte del "plan de choque" que planteó el equipo de gobierno y que rondaba los 16,5 millones.

La historia de Bellas Artes ha sido complicada. La nueva facultad, cuyo presupuesto superó los 23 millones de euros, sustituyó hace tres años el viejo edificio del Camino del Hierro, donde los alumnos estudiaban en pésimas condiciones. Además, la ULL tuvo que abonar recientemente, tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, 125.000 euros a los arquitectos que diseñaron el centro por un modificado en la obra.