La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, a través de la empresa Gestión del Medio Rural, y la Asociación de Cosecheros de Papa Bonita han firmado hoy un acuerdo para asegurar la comercialización de 10.000 kilos de esta papa durante este año.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha afirmado que este producto es "gourmet, de excelencia, de calidad" y que cuenta con un "alto valor añadido".

El destino principal de esta variedad de papa antigua serán los mayoristas de frutas y hortaliza y el canal turístico, un mercado "importantísimo" a juicio del consejero, quién ha afirmado que el cultivo de este tipo de papa ha aumentado en Tenerife en los últimos años.

Según el último mapa del cultivo elaborado por Agricultura en el año 2016, el cultivo de este producto ocupa 2.358 hectáreas, un 58 por ciento del total de Canarias.

La empresa pública GMR, indicó Narvay Quintero, intentará no solo introducir la papa en nuevos canales de comercialización sino que garantizará el pago "en tiempo y forma" a los cosecheros, algo que, "desgraciadamente", las grandes cadenas comerciales "no son siempre capaces de cumplir".

Este problema en el pago, ha manifestado Quintero, provoca que los cosecheros se vean en un "problema grave" para continuar con sus cultivos y poder así obtener los ingresos correspondientes por el trabajo realizado.

El consejero ha expresado que la intención del Gobierno de Canarias y de GMR es trabajar y colaborar con la Asociación de Cosecheros de Papa Bonita para promover este cultivo y culminar "en un futuro no muy lejano" el trabajo de investigación que desarrolla el Ejecutivo autonómico para erradicar la polilla guatemalteca, un problema "grave" que afecta a la producción y cosecha de este cultivo.

La Unión Europea prohibió hace años la exportación de este producto debido a la aparición de este insecto, lo que ha supuesto dificultades económicas para los cosecheros de papa bonita en Canarias.

En este sentido, Narvay Quintero ha señalado que están pendientes de que la UE apruebe un protocolo que actualmente se encuentra en fase de prueba para resolver este problema y que busca mitigar el daño que esta polilla provoca en la papa.

Esto permitiría, según el consejero, que la papa pueda salir de nuevo de las fronteras canarias mediante exportaciones, lo que Narvay Quintero calificó de "un antes y un después" para los cosecheros.

El presidente de la Asociación de Cosecheros de Papa Bonita, Vicente Luis Domínguez, ha dicho que la firma del convenio supone un "pequeño avance" para que la producción de papa antigua de Canarias "salga adelante".

Para ello, ha informado de que la producción de papa antigua se comercializa en diferentes formatos para hacer su venta más atractiva al envasarlas en cajas de madera y de cartón.

El cosechero ha apuntado que lo hacen para contrarrestar el "verdeo" de la papa que suele producirse en las grandes superficies, lo que provoca una pérdida de sabor y calidad de la papa bonita e incluso problemas estomacales.

Con esta firma, según Vicente Luis Domínguez, se fomenta la agricultura y se consigue que muchos agricultores continúen con su trabajo y "no se aburran" a causa de la polilla y los precios.

Domínguez ha asegurado que tras firmar este convenio, los agricultores dependen menos "de fuera" y es un primer paso para dejar de importar papas y empezar a exportarlas, como ocurría en el pasado.

El representante de los cosecheros ha enumerado los problemas con los que se encuentran durante la cosecha de papa antigua y ha destacado el calor y la sequía, que ha provocado que en muchos casos hasta el 80 por ciento de la producción se haya visto afectada.

Respecto a la polilla, Domínguez ha subrayado que hay que "atacarla" por varios frentes y colaborar mediante actuaciones como la implantación de una feromona y la utilización del C02, como actualmente investiga el Gobierno de Canarias.

Domínguez ha recalcado la necesidad de promover que todos los agricultores utilicen la feromona para evitar que la polilla se desplace de forma masiva a aquellas cosechas en las que no han utilizado este producto.

Se trata, según Domínguez, de una plaga "muy difícil de erradicar" porque actúa bajo tierra y cuesta "mucho" aplacarla con productos fitosanitarios, aunque aseguró que los repelentes funcionan aunque provoan que la polilla solo se desplace, por lo que no se acaba con ella.

Este convenio establece que la empresa pública GMR se encargará de realizar la gestión comercial, de pedidos, procesado, logística, distribución y cobros.