El PP canario llevaba más de un mes advirtiendo de que había dado un plazo máximo para llegar a un acuerdo o no de cogobierno con CC, fecha que coincidía con el cierre del periodo de sesiones de ayer (durante el último pleno parlamentario hasta septiembre), y lo cumplió a rajatabla. Incluso, con sorpresa porque, en la noche del martes, se daba por hecho que se intentaría agotar la jornada y, en tal caso, anunciar mañana lo que los populares ya dan por definitivo, pese a las dudas que mantiene CC: que rompen la negociación, que descartan cogobernar con CC y que harán oposición responsable, pero sin ataduras.

En esa noche del martes, y como publicó EL DÍA ayer, los populares se debatían en si cumplir ayer su plazo o flexibilizarlo unos días en pro de una última oportunidad. Eso sí, y a diferencia de lo que ha hecho hasta ahora CC, desligando ese intento extremo de la presencia en las Islas de la ministra de Defensa y secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, así como de cualquier contacto entre Clavijo y Rajoy.

Al final, y sobre el mediodía de ayer, fue la portavoz parlamentaria, Australia Navarro, curiosamente una de las dirigentes más proclives al pacto pero sin que eso debilitara al PP (exigiendo 4 consejerías sí o sí y creyendo imprescindible bajar el IGIC), la que anunció la ruptura de la negociación. En una breve intervención ante la prensa en el Parlamento, Navarro descartó la entrada de su partido en el Ejecutivo de Clavijo y derivó a los medios a una rueda de prensa en estos días en la que detallarán los motivos de la decisión.

Unas razones, no obstante, que están vinculadas, de entrada, al cumplimiento del plazo y, por tanto, a la palabra dada a la sociedad canaria, pero, sobre todo, a la convicción de que los avances con CC eran totalmente insuficientes tras el giro nacionalista del pasado lunes, durante la Comisión Permanente.

En realidad, ese cambio se comenzó a palpar desde el sábado, cuando EL DÍA avanzó el preacuerdo del viernes entre ambos partidos, por el que el PP gestionaría las áreas del vicepresidente (Carreteras, Obras, Puertos y Transportes), Turismo, Presidencia y Justicia, así como las de Narvay Quintero: Agricultura, Ganadería y Pesca. Como era previsible, y aunque CC difundió ese preacuerdo como las últimas peticiones del PP, la Permanente lo rechazó de cuajo, solo hubo consenso en ceder Turismo y volvió a ofrecer Servicios Sociales y Economía y no las de Quintero o Rodríguez, aparte de rechazar una rebaja lineal del IGIC.

CC ve precipitado el paso y espera reactivar el proceso

El anuncio del PP sorprendió ayer a CC y así lo evidenció su portavoz, José M. Ruano, mientras intervenía sobre la ley de crédito. Un dinero extra cuyas enmiendas de los populares habían enrarecido la negociación el lunes, aunque nunca poniéndola en peligro, por mucho que así lo difundiera CC. De hecho, el PP siempre dijo que aprobaría el crédito, aunque quería modificar partidas, tal y como, al final, consensuó con CC. Sin embargo, Ruano aprovechó el debate para señalar que la decisión del PP era "precipitada". Una conclusión que no indicó previamente la diputada Guadalupe G. Taño, quien, también a bote pronto y a la espera de más explicaciones del PP, confió, no obstante, en alcanzar aún un acuerdo para un apoyo externo que dé más estabilidad. Para Taño, y si bien había dificultades, la negociación avanzaba y existían opciones de pacto. Rosa Dávila espera llegar a acuerdos con todos los grupos y otras fuentes de CC aún confían en las charlas de Clavijo con Rajoy o Cospedal (como la de ayer). Para algunos, lo del PP responde a cuitas internas y puede haber pacto aún, si bien otros prefieren seguir solos y estaban casi eufóricos, como M. Cabrera.