El servicio de rescates del 1-1-2, adscrito a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, está haciendo las primeras pruebas piloto de un proyecto para añadir tecnología de geolocalización en sus helicópteros.

Con esta experiencia, conocida como SBTS o LifeSeeker, se puede encontrar a personas perdidas geolocalizando su posición por medio de su teléfono móvil, independientemente de que tenga cobertura o del operador con el que tenga contratado sus servicios de comunicación. El objetivo final es conseguir reducir el tiempo en el que se realizan estas misiones, pues, como recordó la directora general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Nazaret Díaz Santos, "las primeras horas de un rescate son fundamentales".

La idea es integrar esta tecnología por medio de una consola en todas las plataformas aéreas, como una radiobaliza que se conectará a todos los móviles. La señal del teléfono se detecta a través de IMSI (mobile subscriber identity), un código identificador que se encuentra en la tarjeta SIM de todos los móviles, o mediante IMEI (del inglés "international mobile station equipment identity"), la terminal. Ambos datos permiten discriminar dispositivos que no se estén buscando más fácilmente. Por ejemplo, si se está buscando un móvil con terminal española, se podrán descartar las de otros países mediante el IMEI.

Con este ordenador dentro del helicóptero también se podrá establecer comunicaciones con el dispositivo que se está buscando, de tal manera que los servicios de rescate pueden saber en qué estado se encuentran las personas perdidas.

La primera prueba que se ha realizado para comprobar el funcionamiento de este sistema se realizó en febrero en Tenerife, en los alrededores del Teide. El simulacro consistió en buscar dos teléfonos móviles, ubicados en distintos puntos de los alrededores del volcán. Durante la prueba se detectaron 307 "smartphones" de hasta 21 países distintos. Finalmente se encontraron en 50 minutos. Lo que según la directora, "es un hito".

Díaz Santos puso el ejemplo de un caso real de rescate en Los Pirineos hace unos meses. Se perdieron dos montañeros y para encontrarlos tuvieron que movilizar a 150 efectivos y 10 vehículos, concluyendo el rescate en 40 horas. "Si se hubiera hecho con este método, se habría movilizado un solo helicóptero y 6 efectivos y, finalmente, se habría concluido en tan solo seis horas", indicó la directora general.

Aunque no se ha determinado cuándo empezarán a utilizarse esta tecnologías, las primeras pruebas han concluido que, durante un rescate, gracias a ellas se puede elevar el porcentaje de supervivencia de un 5% a un 85% lo que derivará en una nueva visión del rescate en las Islas.