Las renuncias a herencias alcanzaron en 2016 su registro más elevado de la última década en Canarias a pesar de que ese año entró en vigor la bonificación al 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones decretada por el Gobierno autonómico. La efectiva supresión de este tributo no evitó que 1.445 canarios rechazaran los bienes que les habían sido legados, casi 150 más que en el año anterior.

Los datos facilitados a este periódico por el Consejo General del Notariado revelan que en 2016 se registró un total de 13.688 herencias, también la cifra más alta desde 2017. El porcentaje de renuncias, por lo tanto, ascendió a algo más del 10,5%, un dato prácticamente idéntico -e incluso ligeramente superior- al contabilizado en el ejercicio anterior y, de nuevo, la mayor proporción de los últimos diez años.

Las renuncias a las herencias han crecido sin cesar en el último decenio. En 2007 solo se presentaron 338 desestimientos -apenas el 3% del total-, mientras que en 2011 la cifra casi se había multiplicado por dos -645, el 55% de las herencias recibidas-. Desde ese año hasta 2016, las renuncias se incrementaron por encima del doble, hasta las mencionadas 1.445.

Las cargas asociadas a los bienes objeto de sucesión o donación -en muchos casos, propiedades inmobiliarias hipotecadas- y las dificultades económicas de familias y particulares con la llegada de la recesión que se inició en el año 2008 parecen estar en el origen de esta tendencia -por ahora, imparable- a rechazar las herencias. El Gobierno de Canarias anunció a finales de 2015 que a partir del uno de enero del siguiente ejercicio entraría en vigor una bonificación de casi la totalidad del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, con la que pretendía impedir que familiares de primer y segundo grado desistieran de asumir la propiedad de los bienes que les eran legados.

Los datos del Consejo General del Notariado demuestran que, por el momento, el objetivo marcado por el Ejecutivo no ha sido alcanzado, pese a que, con la reforma tributaria, un residente en las Islas paga hasta 1.200 veces menos que un andaluz o un asturiano en concepto de impuestos por la misma herencia, según un estudio del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).

La lista de regiones donde más se paga por las herencias está encabezada por Andalucía y Asturias -de forma muy destacada-, seguidas por Baleares y Aragón. La bonificación del 99% introducida por Canarias en 2016 la convierte en la comunidad autónoma donde más gravosos resultan estos trámites. Cantabria y Madrid se sitúan a continuación, a tenor del "Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2017", elaborado por el REAF.