Nacido como entidad de servicios de inversión, Renta 4 se convirtió en 2012 en el primer banco español especializado en la gestión de activos financieros. Su presidente, Juan Carlos Ureta, visitó Tenerife la pasada semana para reunirse con los agentes de la firma, y analizó para EL DÍA el momento que vive el mercado financiero y los principales retos económicos para las Islas.

¿Cómo ha cambiado el comportamiento de los ahorradores durante la crisis?

El ahorrador español sigue teniendo un perfil menos inversor que el anglosajón, e incluso que el francés, el alemán o el italiano. Sigue siendo un ahorrador que quiere una renta más que una inversión de crecimiento. Eso ha cambiado muy ligeramente con el entorno del tipo de interés cero o negativo que hemos vivido este último año, pero en España las familias y las empresas no financieras siguen teniendo 950.000 millones de euros en depósitos bancarios, ahora mismo con interés prácticamente cero, mientras que en fondos de inversión solo tienen 220.000 millones. En el mundo anglosajón esa proporción es justo la contraria, y en la Europa continental, del 50% o de un 60-40%, siempre con mayoría del activo financiero. Por lo tanto, el ahorrador español ha cambiado, pero ese cambio no ha sido el que uno esperaría en un entorno de tipos de interés cero.

¿A qué achaca el carácter conservador del ahorrador español?

Hay varias. El ahorrador no tiene ninguna "culpa"; en la industria financiera tenemos que saber explicar mejor y ofrecer un mejor producto. Ese es justamente nuestro posicionamiento en Renta 4. Otras causas derivan incluso del nivel de renta per cápita. Ahora este nivel está más acorde con la media europea, pero cuando un país tiene menor renta per cápita lo primero que hace una familia es dedicarlo a comprarse una casa, luego a tener algo de dinero en el banco para emergencias y solo después a invertir a largo plazo. En España, el ahorrador que se ha acercado al mercado financiero lo ha hecho muchas veces para especular, y no como una forma normal de invertir. Lo que es bueno para el estadounidense, para el alemán, no tiene que ser malo para el español, sino todo lo contrario.

¿Puede retraerse ese ligero cambio hacia la inversión con la subida de los tipos de interés?

Por ahora la subida de tipos ha sido muy ligera y sobre todo en el largo plazo, porque en el corto casi no se ha movido. Si los tipos subieran de verdad habría otros problemas en la economía, pero para el ahorrador y el inversor sería mejor. En los dos últimos años, tras la decisión del Banco Central Europeo de poner en marcha la compra de bonos, hemos vivido un mundo al revés. El ahorrador ha sido penalizado, porque su ahorro no ha encontrado inversión segura ni rentabilidad, y el que se ha endeudado ha sido favorecido.

Estos años también han traído desconfianza hacia algunos productos financieros.

En Renta 4 Banco tenemos un modelo de negocio basado en la pedagogía y la explicación. Cuando trabajas así no tienes tanto crecimiento, pero sí mayor estabilidad. Estamos ya en 15.000 millones de euros en activos financieros de clientes; de ellos, 250 en Canarias. Hemos notado que el ahorrador quiere conocer bien aquello en lo que invierte. La banca ha hecho un esfuerzo en explicar mejor estos productos, pero no siempre es sencillo. Aún tenemos mucha tarea para vencer una explicable desconfianza del ahorrador, que cuando ha invertido en un producto financiero ha terminado con una cierta frustración. Tenemos que trabajar mucho, con pedagogía y en entender bien al cliente y su nivel de riesgo.

¿Hace falta educación financiera?

Nuestro modelo de negocio va dirigido a la educación financiera, no a la publicidad. Es clave en un país en el que el ahorrador es poco inversor financiero. El ahorrador -la familia y la empresa- debe tener un patrimonio diversificado. El inmobiliario está muy bien, pero no es líquido. Ahí es donde nosotros nos centramos, y el inversor tiene que entender bien cómo funciona la inversión financiera. Esa es nuestra misión.

¿Qué factores marcarán la evolución de los mercados en 2017?

Esencialmente dos. Uno viene de atrás: volver a condiciones financieras normales. La Reserva Federal de EEUU ha empezado ya y también tendrá que hacerlo el BCE. A este proceso se une otro más novedoso: la llamada reflación, una mezcla de reactivación económica e inflación. Ahora hay un nuevo presidente americano que ha hecho de la reflación su bandera, pero con un matiz inquietante: que es solo para EEUU y no para otras economías. Lo que ocurre cuando se mezcla normalización monetaria y reflación, si no se introducen políticas fiscales de gasto público, es que esa economía va a tender a generar inflación. Podemos encontrarnos con una subida de tipos mayor que la que el mercado espera y superior a lo que la economía necesita. En economías como la española, con niveles de deuda superiores a los de otros países europeos, es un factor que despierta cierta inquietud. Eso genera elementos de riesgo, sobre todo en los mercados financieros, pero también en la economía real, que van a marcar una cierta volatilidad.

El paro ronda en Canarias el 25% pese a los récords del turismo.

Es una paradoja. Uno piensa que quizá haya una parte de la economía informal y de empleo que no se está declarando, no lo sé. La estructura económica de Canarias, basada en los servicios turísticos, se presta a ese tipo de economía. Hay una serie de factores destructores o inhibidores del empleo. Uno es la revolución digital y las nuevas tecnologías... El empleo está cambiando en todo el mundo, pero la economía canaria, por su perfil de economía de servicios, no tendría por qué tener un nivel de paro tan elevado. No le encuentro explicación. Tal vez rebajar las condiciones impositivas puede favorecer que aflore economía informal y facilite el empleo. También convendría diversificar, pero no es fácil. Se ha hecho algo, pero podría hacerse algo más.

¿Cómo puede afectar a Canarias la subida del petróleo?

No creo que sea la más perjudicada, porque es una economía muy basada en el turismo. Aunque suba la gasolina y la electricidad, una parte la paga el no residente. A España la subida energética le viene muy mal. En los últimos años ha habido dos vientos de cola: petróleo barato y dinero barato. Canarias se puede beneficiar en la medida en que pueda haber mayor tráfico portuario y comercio de materias primas, .

¿Qué opina de la posible implantación de una tasa turística?

A mí todo lo que suene a impuestos me suena mal, porque en general soy bastante liberal y partidario de la economía de mercado. Ahora bien, entiendo que sería un impuesto finalista dirigido a cuidar el medio ambiente, y si se diseña bien puede ser razonable y ser aceptado bien. El principal riesgo para la economía canaria es morir de éxito. Hemos visto en otros lugares de España que se ha abusado del medio ambiente y se han concedido demasiadas licencias. Si se ha hecho en Canarias , no ha sido de manera excesiva. Ahí, una tasa bien diseñada y que se explique bien puede ser aceptable.

¿La obligación de los bancos de devolver todo lo pagado de más por cláusulas suelo puede retraer el crédito?

En la banca se ha pasado de un extremo del péndulo al otro. Antes se hacían barbaridades, y el supervisor las toleraba, y ahora se exigen a veces cosas que no tienen ninguna lógica. En el caso de las cláusulas suelo habrá de todo. A algunos deudores se les habrá engañado, y habría que devolverles todo, y otros eran inversores con conocimiento pleno de lo que hacían. En cuanto al crédito, para la banca no es una buena noticia. Si vendes algo y venderlo te supone que tienes que tomar muchas cautelas, vendes menos o con condiciones más duras. El crédito hipotecario siempre ha sido muy apreciado en España, pero ahora va a serlo menos.