El desvío de presupuestario de la Consejería de Sanidad se estableció en 181 millones de euros el pasado lunes por parte del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. La cifra creció alrededor de 30 millones sobre la que se había dado inicialmente, al parecer, porque a esta última cifra le han sumado 30 millones de gasto farmacéutico de más que no se había contabilizado inicialmente.

Desde un primer momento, Clavijo había establecido el déficit en "más de 150 millones de euros". Sin embargo, el salto cualitativo de 30 millones realizado en sus declaraciones el pasado lunes dejó a los sindicatos del área despistados.

Las cifras, desde el inicio de esta crisis, han ido variando y los representantes de los trabajadores esperan que la Mesa Sectorial que se celebra mañana en Las Palmas de Gran Canaria, aclaren estos y otros términos.

Clavijo calificaba hace unas semanas la situación como "insostenible para el gobierno de Canarias", porque podía afectar al objetivo de déficit. Por este motivo, se le pedía a los gerentes hospitalarios que se apretaran el cinturón como pudieran. Los que se reunieron los representantes de sus trabajadores comunicaron la suspensión de la actividad quirúrgica extraordinaria de tarde y las pruebas diagnósticas que se realizaban los fines de semana. Todas ellas medidas estrella del consejero de Sanidad, Jesús Morera, para acabar con las listas de espera.

Con el anuncio el lunes de que se iba a dotar la Sanidad de 10 millones, por la Ley Crédito Extraordinario, más 5 millones más de propina para Sanidad, surgen nuevas preguntas.

La primera es cómo hace unas semanas no había dinero de ninguna de las formas y ahora hay 15 millones. La segunda es si se va a recuperar la actividad extraordinaria.

El presidente del Gobierno aseguró el lunes que con ese dinero se iban a poder hacer de aquí a final de año 3.400 intervenciones quirúrgicas más, programar 14.000 consultas y realizar alrededor de 15.000 pruebas diagnósticas.

Sin embargo, no especificó de forma clara que se fueran a retomar esos planes de choque contra las listas de espera, lo que también ha dejado a los sindicatos con la mosca detrás de la oreja.

Todo coinciden en criticar la farsa montada alrededor de un déficit que es más bien una infrafinanciación del área sanitaria y los bandazos en forma de cruce de declaraciones entre los dos socios de gobierno. Los detalles de fondo esperan conocerlos mañana en la reunión.

Los sindicatos continúan en pie de guerra

Los sindicatos Cem-Satse, CCOO, UGT e IC están todavía en pie de guerra y mantienen sus amenazas de convocatorias de huelga o jornadas de desobediencia civil si no obtienen una respuesta clara e inequívoca de lo que va a pasar en la Sanidad de aquí a final de año. Si se recuperan los calendarios de intervenciones quirúrgicas por la tarde y las pruebas los fines de semana, habría que volver a citar a los pacientes a los que, apenas hace dos semanas, ya se ha llamado para cancelar sus citas hospitalarias. Si no se recuperan, habrá que especificarse a dónde va a ir destinado ese dinero y de qué manera. Para el próximo año 2017, Clavijo se ha comprometido a presupuestar de forma realista el área sanitaria, como la vía más efectiva de evitar que se repita la función.