¿Y si toca? ¿Y si acordamos, firmamos y presentamos una censura y, de verdad, nos toca la Alcaldía y el poder granadillero, como el que sí quiere la cosa? ¿Y si nos amenazan con una expulsión fulminante en CC por no estar autorizada (o sí, y hasta impulsada y conegociada desde arriba) pero, el día previo, hasta nuestra dirección regional puede culpar al PSOE de no querer resolverlo, de no acudir a las reuniones "acordadas" e incumplir un pretendido "pacto" escrito varios días antes por el partido en Tenerife, incluso antes del famoso consejo del sábado? ¿Y si la expulsión se va a la atarjea ordinaria y ya decidirá el juzgado (o ni él, al no haber expulsión previa)? ¿Y si el secretario de Organización del PSC dice una cosa por teléfono al nuestro desde La Gomera, quizás entiende otra y en su partido nadie sabe nada (o casi nadie, pues puede que sí el presidente de la gestora tinerfeña y hasta la vicepresidenta)? ¿Y si nos toca el Gordo sin esperar a Navidad ni a que esos niños célebres canten el 58.617? ¿Y si nuestra supuesta temeridad le regala hoy a nuestro compañero Regalado su ansiado sillón y bastón de mando? ¿Y si...? Ni hay ni difícilmente habrá pruebas de que, en algunas de las cabezas pensantes de la ya antológica censura de Granadilla, se activaran las neuronas de tal manera que dieran con un guion como el descrito antes. Lo cierto es que, mientras los periodistas hacían vigilia en la mañana de ayer por fuera del ayuntamiento más famoso en estos días de Canarias, la sede de los nacionalistas locales, ubicada un poco más arriba, en plena carretera general, mostraba orgullosa, y en grandes dimensiones, una reproducción del número con el que el partido jugará al Gordo navideño de este año. Como pasa con infinidad de puestos loteros y bares que venden números, el reclamo no era muy original, pero sí casi lapidario con lo que está viviendo CC en la localidad, la que se ha armado en Canarias, lo que puede pasar con un pacto ahora moribundo y, en el fondo, con una Alcaldía que, seguramente, hoy cambie de manos: "¿Y si toca?", se preguntan en una de las casualidades más metafóricas y simbólicas de hace tiempo en la política isleña. ¿Casualidad? Con lo que ha ocurrido, seguro que más de uno pensará que hasta los que pusieron ese billete de lotería gigante hasta pensaron y bromearon con la Alcaldía y el poder local al pegarlo. Y es que resulta francamente difícil pensar en cómo se han podido suceder los acontecimientos para que se llegue así al esperado día 27: con CC culpando al PSC de no querer resolver Granadilla sin que, a su vez, se haya retirado la censura ni expulsado a los ediles supuestamente díscolos como no paró de repetir su secretario general, José Miguel Barragán, que hasta empeñó su puesto. Ayer, a los periodistas les dieron las famosas 10:00 horas, las 12, 2 y las que Sabina hubiese escrito esperando por fuera del consistorio. Nada, hasta hoy mismo no se resolverá nada, aunque todo apunta a que habrá nuevo alcalde. Por supuesto, CC esgrime sus argumentos y dirigentes del calibre de Ruano hasta alucinaron ayer al escuchar al homólogo socialista de Barragán, Julio Cruz, que el PSOE nunca había acordado nada para que uno de sus ediles (Nicolás Jorge Hernández) dimitiera. Ni siquiera, que habían sido citados a ninguna reunión ni en la noche del domingo (se supone que en Santa Cruz) ni en la mañana de ayer, en la que esperaban Barragán, Ruano, Regalado, Linares y Ana Dorta, entre otros. Ya el domingo, Cruz recalcó a El Día lo mismo y que todo pasaba por retirar la censura, pero su secretario general, el reaparecido José Miguel Pérez, no lo dejó en buen lugar al entender que negoció en términos no autorizados y de ahí la situación actual, con una ejecutiva regional mañana y un pacto que, aunque siga porque el peso del poder en 7 Islas es muy grande y goloso, vivirá desde ahora con respiración asistida. Muchos creen que CC tuvo un guión retorcido y maquiavélico (en su errática interpretación) desde el inicio; otros dieron por hecha la renuncia del alcalde por intervención del ahora tocado Pedro Sánchez, pero lo ocurrido estos días, y sin chovinismos telúricos, parece lejos del alcance del mejor Eddie Murphy, Berlanga, los Marx o Monty Python. O comedia bufa o tragedia retorcida, pero... ¡qué guion!

La ruleta del rumor echa chispas: el PSC sigue, pero con otros

Una cosa son las notas oficiales y otra bien distinta el sentir real de los partidos, o de sus diversos grupos (muchas veces menos homogéneos de lo que dicen), ante situaciones como la que vive el pacto CC-PSC. Aunque Barragán (CC) puso su cargo en cuarentena si prosperaba la censura y ayer parecía haber encontrado un buen argumento (para los nacionalistas, claro) para echar la culpa al PSOE por romper un supuesto acuerdo (verbal, en tal caso), los socialistas no han parado de recalcar que, de salir la moción, daban por roto todo por parte de CC ante un nuevo incumplimiento. CC, por supuesto, habla de los incumplimientos del PSOE y en estos días varios dirigentes (Linares, Rosa Dávila, Ruano y otros) han recordado Arona y San Juan de la Rambla. Sin embargo, y aunque hoy Regalado se acueste cerca del bastón de mando granadillero, crece la convicción en diversos sectores de que ni Barragán se irá ni los socialistas dejarán el gobierno. El problema, sin embargo, se le abre a la vicepresidenta, Patricia Hernández, porque los alcaldes del Sur de Tenerife (Adeje, Guía, Arona y la agrupación en Granadilla, entre otras), que la auparon a la candidatura, exigirán romper. Pero, claro, eso no significa que los socialistas de Lanzarote, Fuerteventura, La Palma y muchos que están en el Gobierno o consistorios lo vean igual. De hecho, ya pactaron de 2011 a 2015 en La Palma con el PP y no se rompió el pacto. Eso sí, hay quien especula con una marcha de Hernández, que sería sustituida en el gobierno por Carolina Darias, y que esperan a si Aurelio Abreu también deja el Cabildo, como ha anunciado si la censura cuaja.