Conocer una segunda lengua ya no es una opción, sino una urgencia. La Universidad de La Laguna (ULL) incentivará la formación en idiomas del Personal Docente e Investigador (PDI), el Personal de Administración y Servicios (PAS) y el alumnado. La institución acaba de aprobar su primer plan de fomento del plurilingüismo para abordar el importante retraso que arrastra en esta materia. Los principales objetivos son favorecer la internacionalización y ofertar titulaciones en inglés en poco tiempo. Y para lograrlo, toda la comunidad universitaria tiene que implicarse.

El profesor Plácido Bazo, asesor de Política Lingüística del rector, es muy consciente de que la ULL llega tarde. "Este plan es el primero sobre política lingüística que tiene la Universidad: es evidente que llegamos con bastante retraso", explica. El nuevo equipo de gobierno insiste en que este asunto es una de las prioridades que se marcaron nada más tomar las riendas de la institución, hace algo menos de un año. "Los trabajos del futuro tienen que ver con las destrezas lingüísticas y digitales", señala.

Cuando se puso en marcha el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se especificó que su desarrollo debía incluir una política lingüística que permitiera la movilidad y la internacionalización. Esta estrategia se consideraba vital para la construcción europea. Para ello, el Ministerio de Educación creó el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación, y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas publicó en octubre de 2014 el Informe de Internacionalización de las Universidades Españolas (2015-2020). Todas las voces repetían lo mismo: en un mundo tan globalizado, el plurilingüismo no puede ser un lujo.

Sin embargo, la Universidad de La Laguna, igual que muchas otras, no cuenta aún con ninguna titulación que se imparta en otra lengua que no sea la española (aunque los cursos de Doctorado de Astrofísica sí se imparten en inglés). La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ofrece ya un máster en inglés, pero los grados se ofrecen todos en español. Desde que se implantó el Plan Bolonia, el 5% de los créditos de las titulaciones de grado deben impartirse en inglés, pero en la práctica este requisito se traduce, muchas veces, en que el profesor incluye "lecturas recomendadas" en la programación. Es decir, no hay una mejora real de las competencias idiomáticas del alumnado.

Esta "escasa" presencia del inglés en el currículo académico, y el hecho de que nadie promueva la certificación de idiomas entre los alumnos cuando inician su vida universitaria, hace que muchos acaben la Universidad con peor nivel que cuando entran. El problema llega cuando quieren hacer el máster y son incapaces de acreditar la formación requerida.

Por eso, una de las iniciativas que recoge este plan es incorporar espacios para la formación en idiomas en todas las facultades. "Estamos hablando con los decanos para que nos cedan espacios dignos donde dar esta formación". En este caso, este aprendizaje no se incluirá dentro del título de grado, sino que será formación complementaria que podrá acreditarse en algunos casos como créditos de libre elección. "Los alumnos tienen que saber, desde que entran a la ULL, que si luego deciden estudiar un máster necesitarán acreditar el B1. Muchos no llegan con mal nivel cuando acceden a la Universidad, pero si se pasan cuatro o cinco años sin practicar, pierden los conocimientos". Además de mejorar la oferta y la información, la ULL tiene previsto convocar becas para la formación lingüística y dar prioridad de acceso a los programas de movilidad a quienes estudien idiomas.

La Universidad está decidida a que esta situación sea totalmente distinta en un plazo de dos años. "Tenemos que darnos prisa, pero asegurándonos siempre de que se hace bien", puntualiza Bazo. Los dos objetivos clave en estos 24 meses son ofertar formación plurilingüe en Magisterio y Turismo. "¿Cómo es posible que en Canarias no tengamos un máster bilingüe en turismo? ¿O en Magisterio, para dar salida al programa CLIL?", se pregunta Bazo. El programa CLIL (Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras), implantado ya en 350 centros públicos de Canarias, usa el inglés en materias como inglés o cultura clásica. "El viceconsejero de Educación me ha dicho que necesitan 5.000 docentes para el CLIL; tenemos que dar respuesta a las demandas de la sociedad", reitera. Esta modalidad de enseñanza está implantada en 352 centros de Infantil y Primaria y en 96 institutos.

El otro pilar que hay que abordar es la formación de la plantilla. El plan incluye incentivos para que el profesorado y el personal de administración y servicios se apunten a clases de idiomas. En teoría, para que un docente pueda dar un título en inglés debe tener un nivel C1, pero La Laguna va a rebajar inicialmente este requisito, siempre que el profesor esté preparándondose para obtener el siguiente. Además, los docentes tendrán acceso prioritario a programas de movilidad o a cursos que se organicen en el extranjero, y poseer un título de B2 o superior se contabilizará como mérito específico en el baremo para la contratación del profesorado.

En la Universidad de La Laguna subrayan que Canarias, en medio de tres continentes, no puede olvidarse ni del inglés ni del francés, pero, sobre todo, de que el presente es plurilingüe.

El IES Cabrera Pinto, pionero en el CLIL

El IES Cabrera Pinto es uno de los centros pioneros en Canarias en la implantación del aprendizaje del inglés a través de otras materias. El Programa CLIL se inició en el curso académico 2005-2006 y a lo largo de estos años los alumnos han mejorado su competencia comunicativa en inglés, explica Carmen Nieves Hernández Brito, coordinadora del proyecto. "Es una gran oportunidad que se brinda a alumnos de un centro público, un reto no exento de dificultades para los que estamos trabajando en este programa". En este centro hay 180 alumnos que cursan esta modalidad de enseñanza. "Materias como Biología, Educación Física o Física y Química se enseñan en inglés". Al finalizar cuarto de ESO, " alcanzan un nivel intermedio B2 de inglés en las destrezas orales".

Intercambios con el extranjero

El profesorado imparte las clases en inglés y trabaja de manera interdisciplinar, fomentando la realización de actividades y proyectos en equipo. "Además, se organizan intercambios para que nuestros alumnos puedan viajar y conocer otros países donde pueden usar el inglés. Las profesoras Marta Casariego Ramírez y Elena Cabrera Quintero han realizado el intercambio este curso. "Un grupo de alumnos daneses nos visitó en noviembre, y en abril nuestros alumnos viajaron a Dinamarca. Esto implica un esfuerzo importante, y a menudo el profesorado dedica su tiempo libre a todo tipo de actividades de coordinación", señala Hernández Brito.

Proyectos europeos

El IES Cabrera Pinto tiene dos proyectos europeos que son coordinados por miembros del equipo CLIL. El proyecto Erasmus+ KA1, de formación y perfeccionamiento del profesorado, a cargo de la propia Carmen Nieves Hernández Brito, mediante el cual 11 profesores del centro realizarán formación en centros europeos durante el periodo 2014-2016. El segundo proyecto es un Erasmus+ KA2. Liderado por María Dolores Rodríguez Álvarez, AVITAE consiste en una asociación entre siete países europeos: Finlandia, Dinamarca, Eslovaquia, Italia, Grecia, Chipre, y España. Mediante esta asociación, un grupo de alrededor de 25 alumnos, y dos profesores de cada uno de los centros, trabajan en un proyecto común. "Partiendo de la cultura clásica estudiamos ejemplos de innovadores que a lo largo de la historia han sabido afrontar riesgos y superar problemas, para lograr crear empresas con éxito", detalla Hernández.

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