Una población de tiburones en recuperación, más gente en las playas y una temperatura del agua marina más cálida por la combinación del cambio climático y el fenómeno El Niño hicieron de 2015 un año récord en ataques de escualos a nivel mundial. En total se registraron 98 ataques no provocados, diez más que en el año 2000, que hasta ahora tenía el récord, y seis fueron mortales según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (AIAT), una base de datos que gestiona la Universidad de Florida. Además, de los 98 ataques contabilizados, 59 sucedieron en Estados Unidos y 30 de ellos en Florida, 18 en Australia, 8 en Sudáfrica, 4 en la isla de la Reunión (Francia), dos en Ecuador y dos en las Islas Canarias (España).

EEUU es, según el archivo mundial de tiburones, donde más agresiones se producen

También hubo casos en Egipto y Nueva Caledonia, según el informe de AIAT correspondiente a 2015, que fue difundido esta semana.

George Burgess, director del Programa para la Investigación de los Tiburones de la Universidad de Florida, afirma que el incremento de los ataques no tiene que ver con una mayor agresividad de los escualos. Es inevitable un aumento cuando todos los factores que inciden en las probabilidades de un ataque están en alza, indica Burgess en una entrevista telefónica con Efe desde Gainesville (norte del estado).

"El Niño es un factor importante", subraya Burgess, quien destaca que a los tiburones, al igual que los seres humanos, no les gusta el agua fría.