Las aulas de Formación Profesional (FP) acogerán a cerca de 4.000 alumnos menos este curso en Canarias. Las cifras de matrícula todavía son provisionales -serán definitivas a mediados de mes-, pero ya adelantan un cambio de tendencia: el curso pasado se formaron más de 41.000 alumnos -el mayor volumen registrado en Canarias- y los datos que manejaba ayer la Consejería rondaban los 36.000. El número de familias profesionales, no obstante, seguirá incrementándose: la oferta presencial incorporará el ciclo de grado medio en Técnico en Electromecánica de Maquinaria y la semipresencial, los ciclos de grado superior de Técnico en Dietética, Técnico en Integración y Técnico en Desarrollo de aplicaciones web.

El director general de FP, Manuel Jorge, advirtió ayer de que la criba de datos todavía no ha concluido, pero admitió la posibilidad de que la caída de matrícula esté entre los 3.000 y 4.000 estudiantes, un descenso que se tendrá que analizar pero que podría estar relacionado con el comportamiento demográfico, aunque también con la leve "mejoría de la economía".

Jorge, que también estuvo al frente del área entre 2007 y 2011, cuando la consejera de Educación era Milagros Luis Brito (CC), no quiere que la formación sea una cuestión de números, sino de calidad. No le gusta hablar de la FP "al peso" y no es partidario de aumentar la oferta sin tener en cuenta las necesidades reales de equipamiento y los costes derivados del mantenimiento. "Los alumnos tienen que trabajar con equipamientos de última generación, es lo que demandan las empresas".

Además, uno de los retos que se ha marcado es simplificar la legislación para mejorar la relación entre los institutos que imparten este tipo de enseñanzas y las empresas. La idea es copiar el modelo vasco, donde los empresarios contratan servicios al alumnado de FP. Los centros, todos inmersos en un sistema de certificaciones de calidad, utilizan estos ingresos para incorporar maquinaria y herramientas novedosas, que mejoran la calidad de la docencia, pero también la motivación de estudiantes y profesores. La relación entre las aulas y las pymes será determinante para reforzar el papel de este tipo de enseñanzas en las Islas.

Esta y otras ideas serán expuestas en el próximo Consejo Canario de Formación Profesional, que se celebrará este mes, después de más de un año sin convocarse. Este órgano, donde tienen representación los empresarios, la administración y el Consejo Escolar, tiene una importante tarea por delante: analizar el grado de cumplimiento del plan vigente, que se cumple a finales de año, y diseñar el nuevo mapa de la FP en las Islas. Este documento priorizará las demandas del mercado, pero, igual que ha hecho hasta ahora, tendrá presente la alta demanda en determinadas familias profesionales. No es novedad que en Canarias los estudios más demandados sean los relacionados con la sanidad, el turismo y la administración y dirección de empresas. Ha vuelto a ocurrir en esta convocatoria. Los que menos interés han suscitado, en cambio, son los que tienen que ver con las artes gráficas, la edificación y la obra civil y la madera y el mueble. En total, Canarias tiene implantadas 24 familias profesionales.

Canarias es una de las comunidades con más alumnado que cursa Formación Profesional "on line" o semipresencial. Durante la última legislatura el número de estudiantes ha crecido a gran velocidad y hoy son más de 11.000 las personas que cursan algún ciclo de esta modalidad. Esta Consejería, sin embargo, no es partidaria de que estos ciclos estén abiertos a todo el alumnado. "Fueron diseñadas para profesionales", recuerda Jorge.

La planificación de estas enseñanzas, que se puso en marcha en la etapa anterior de Manuel Jorge, se hizo para dar respuesta a todos aquellos profesionales que estuvieran trabajando o en situación de desempleo temporal y necesitaran acreditar sus conocimientos y obtener un título. Esta Consejería quiere recuperar la finalidad de esta formación y prevé un cambio en la norma para restringir el acceso solo a aquellas personas que cumplan con los requisitos iniciales.

El papel pionero de Canarias en la docencia a distancia fue tan destacado que muchos profesores se encargaron de diseñar títulos. Más tarde, el Ministerio de Educación se puso manos a la obra y empezó a ampliar el catálogo de titulaciones, recuerda el director general. Desde su punto de vista, Canarias debe recuperar la docencia nocturna y "los módulos", un tipo de formación que se eliminó por la crisis.

Además, la exigencia que debe primar es la de estrechar lazos con las empresas y "responder en tiempo real". Una de las carencias que encuentra Jorge en el sistema actual es que los institutos siguen envueltos en demasiada burocracia y no tienen la capacidad de atender las demandas del sector económico cuando surgen. Es decir, tienen que tener la disponibilidad de ofrecer servicios y formación cuando se necesitan, "no dos años después".