La "apuesta" de Canarias por las "energías sucias", la presencia de la Refinería en Santa Cruz de Tenerife, el abundante uso de plaguicidas en la agricultura, la "depredación" de la costa, la especulación urbanística o el "bajo interés por el reciclaje" son algunos de los factores que sitúan a las Islas, según los criterios de Greenpeace, entre las regiones españolas con peor calidad ambiental.

La organización conservacionista presentó ayer en Madrid su informe "Radiografía social del medio ambiente", que incluye una clasificación en la que Canarias, con una calidad "baja", figura en el undécimo puesto de las 17 comunidades autónomas. Aunque a primera vista pueda parecer lo contrario, lo cierto es que ninguna región tiene motivos para sacar pecho. Las mejor colocadas -un grupo de nueve encabezado por La Rioja y Navarra- no pasan de tener una calidad ambiental media.

El estudio recoge tanto "puntos negros" como aspectos positivos que pueden tomarse como modelo y que, por desgracia, no compensan tanto el efecto de los primeros como para asignar a Canarias una buena puntuación. Entre lo más desfavorable, Greenpeace destaca el peso de las energías contaminantes y cita las doce centrales térmicas de fuel/gas instaladas en territorio isleño -Los Guinchos, Llanos Blancos, El Palmar, Guía de Isora, Arona, Cotesa, Candelaria, Granadilla, Jinámar, Barranco de Tirajana, Punta Grande y Las Salinas-, además de otras dos de ciclo combinado -Granadilla y Barranco de Tirajana-.

En cuanto a la contaminación asociada a la actividad industrial, el informe de los ecologistas se refiere a la existencia de "varios estudios" que vinculan la Refinería de Cepsa en Tenerife con "daños a la salud".

La organización describe a Canarias como "la comunidad reina en el uso de plaguicidas". Es, "con diferencia", el territorio español con más utilización de estos productos -en particular de fungicidas- por hectárea, agregan los autores del estudio.

La gestión de residuos es, según Greenpeace, otra de las asignaturas pendientes de la Comunidad Autónoma. El escaso nivel de reciclaje y recuperación -solo el 8,27% en 2013-, los proyectos de incineradoras en Salto del Negro y en el vertedero de Arico- y la "mala depuración de aguas residuales" -en la que "no se cumple la normativa europea"- son los datos que aporta la ONG para corroborar sus críticas en este aspecto.

El catálogo de reproches en materia de costas es abultado. El informe recuerda que Canarias es la segunda región con menos costa natural en los primeros 500 metros e incluye cuatro municipios de las Islas entre los 25 con un litoral más destruido: Mogán, Telde, San Bartolomé de Tirajana y Puerto del Rosario.

Cuarenta y siete localidades canarias -27 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 20 de Las Palmas- se han acogido a la nueva Ley de Costas para reducir la extensión de las zonas de servidumbre de algunos espacios litorales. El puerto de Granadilla también aparece en este capítulo. Su construcción y puesta en funcionamiento, alertan los ecologistas, afecta a los sebadales del sur de Tenerife, conlleva riesgo de contaminación marina y puede provocar la "desaparición" de playas naturales.

Los vertidos al mar están "a la orden del día" en el Archipiélago. Los sistemas de evacuación "irregulares" originan unos 300 sucesos de este tipo, indica el informe, que se hace eco también del reciente vertido del pesquero ruso "Oleg Naydenov".

Greenpeace alude a los incendios forestales que se declararon en Canarias en 2012 y llama la atención sobre el "grave riesgo de desertificación" que corre algo más del 70% de la superficie de la Comunidad Autónoma.

Las Islas también sufren, "al menos", cinco casos de especulación urbanística, según el informe de la entidad conservacionista. En el ámbito nacional este fenómeno "ha seguido creciendo" en los últimos años.

Finalmente, el documento apunta a los problemas de polinización por insectos, de la que depende el 69% de los cultivos para consumo directo humano. Según Greenpeace, la ratio de vulnerabilidad en este aspecto es del 9,7%.

Hasta aquí lo negativo. En el otro lado de la balanza, el informe reseña el rechazo de ciudadanos y Gobierno a las prospecciones petrolíferas, la experiencia de la central hidroeólica de Gorona del Viento, en El Hierro, o la paralización por la Justicia de la construcción de una planta regasificadora en Granadilla, así como la recogida de firmas para desmantelar la central térmica de Granadilla.

La declaración de Canarias como zona libre de transgénicos merece una mención favorable para los ecologistas, al igual que el interés por la agricultura ecológica y el rechazo de cinco municipios a los herbicidas químicos.

También reconoce la ONG la importancia de la pesca artesanal -más de un 50% del empleo en el sector procede de esta actividad- y la lucha de los "pescadores sostenibles".

La movilización ciudadana contra las incineradoras y el puerto de Granadilla, la declaración de casi el 90% del territorio como espacio protegido y las tres reservas marinas del Archipiélago se inscriben, asimismo, entre los ejemplos positivos que ofrece la Comunidad Autónoma en cuanto a la conservación y promoción de su entorno y recursos naturales.

El informe "Radiografía social del medio ambiente" busca sacar a la luz las consecuencias de diferente índole que acarrea una deficiente calidad medioambiental en las comunidades españolas. Son efectos sociales, sanitarios o económicos, entre otros, que se han visto agravados por los recortes introducidos a raíz de la crisis.

La clasificación que incorpora el estudio sitúa a las comunidades autónomas en el siguiente orden: La Rioja, Navarra, Madrid, Extremadura, Castilla y León, Galicia, Andalucía, Cataluña, Baleares, Murcia, Canarias, Castilla-La Mancha, Asturias, Euskadi, Comunidad Valenciana, Cantabria y Aragón. No obstante, según recoge Efe, uno de los autores del informe, Julio Barea, aclaró durante la rueda de prensa que no existe mucha diferencia entre las puntuaciones, ya que todas las regiones se sitúan en un nivel medio y bajo.

las claves

El informe "Radiografía social del medio ambiente" coloca a Canarias en el puesto once de las 17 comunidades autónomas, aunque el nivel medio es "medio-bajo". La calidad ambiental de las Islas es "baja", según Greenpeace.

La Rioja y Navarra son las regiones que lideran este ranquin, aunque ninguna de ellas obtiene una buena puntuación. Cantabria y Aragón lo cierran.

La destrucción del litoral y el peso de las energías contaminantes son aspectos que explican la mala posición de Canarias.

El estudio incluye también modelos positivos, como el alto grado de protección del territorio o el activismo ciudadano.

Las centrales, un baldón

El informe cita las 12 centrales de fuel/gas y las dos de ciclo combinado como una fuente de "energías sucias"./ el día

"Reina" en plaguicidas

Canarias es la comunidad "reina" en el uso de plaguicidas y, con diferencia", donde más se utilizan en relación a su extensión./ el día