No hubo fumata blanca, como así se esperaba, pero poco faltó, ya que todo apunta a que el acuerdo pleno solo se retrasará unas semanas. La reunión de ayer entre los principales representantes de las patronales provinciales (CEOE-Tenerife y CCE, la de Las Palmas) y el titular de la Consejería de Economía, Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz (se celebró en Las Palmas de Gran Canaria y no en Tenerife), sirvió para definir desde el consenso una estrategia de transición hacia la abandonada unidad en el seno del consejo de administración de la recién nacida Sociedad de Garantías y Avales de Canarias (SGR).

Tras esa cita, queda una cosa muy clara: que el bando díscolo de consejeros de Gran Canaria en esa SGR (la suma de Sogarte, Tenerife; y Sogapyme, Las Palmas), hasta cuatro representantes (con José Cristóbal García, secretario general de la CCE, a la cabeza, más una persona del Cabildo de Gran Canaria y dos empresarios de esa isla, uno de ellos José Sánchez Tinoco, a su vez presidente de la Cámara de Comercio), no han ganado la partida, pues, como ya informó este diario, acudían a esa reunión para salir con la cabeza de Arturo Cabrera (consejero a petición de la Consejería) a modo de trofeo, lo que no han logrado. Además, aspiraban a hallar garantías para colocar a David Nin como principal ejecutivo de esa entidad (ahora es director adjunto). De esto, al menos por ahora, no se ha conseguido nada.

A cambio, y esto lo transmitieron ayer, sin salirse del guion, todas las partes presentes en la negociación, se cerró un pacto que fija como solución a la disputa lo que decida un plan de viabilidad (que, por cierto, se hace ahora, cuando lo lógico es que ya estuviera listo) sobre la Sociedad de Garantías. Este documento, que preparará la propia entidad, debe estar concluido en tres semanas y tiene que recoger la estructura orgánica ideal de la sociedad (vía para reflejar la salida definitiva a la crisis).

Tanto los empresarios tinerfeños como los de Las Palmas, e incluso la Consejería, decidieron ayer mantenerse firmes en el mensaje a transmitir a los medios, con un balance de la reunión que fue bastante neutro y que no refleja, por ejemplo, que la patronal CCE acudía a la cita para hallar reflejo formal a la que hasta ahora había sido su imposición estrella: que David Nin, el director general de la extinta Sogapyme (el supuesto "mejor gestor"), pasara a ocupar el mismo cargo en la sociedad fusionada (ahora con María Gracia Zamorano, de Tenerife). De esto no hubo nada, y tampoco acerca del cambio de caras entre los consejeros elegidos por Economía, cuatro (de 12 totales) por el control del 46% en el capital social de la SGR.

Después de la cita reseñada, un cachetón a las pretensiones del grupo rebelde, el encuentro pasó al empate y ahora quizá solo quede esperar al tiempo de descuento, o a la prórroga, para ver quién vence al final; o sea, al mismo dictado del plan de viabilidad. Entonces se conocerá si gana toda Canarias o una de sus provincias.

Desde Tenerife se confía en que, tras ese trabajo, prosiga la actual estructura orgánica de la sociedad; esto es, la definida en su día por la mayoría del consejo de la SGR fusionada.