El debate de primera lectura de la modificación a la Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias dejó claro que el rechazo de la oposición a esta norma -tanto al cambio de ahora como a la regulación misma que está vigente- sigue intacto, así como la certeza de que se trata de una norma arbitraria. Convencido de ello, tanto el PP como el grupo mixto presentaron sendas enmiendas de devolución que fueron rechazadas por los diputados de CC y el PSOE.

El consejero de Ordenación Territorial, Domingo Berriel, descartó que la discrecionalidad a favor del Gobierno regional para otorgar la autorización a los nuevos establecimientos de cuatro estrellas y categorías inferiores vaya a a ser arbitraria, pero no convenció a la oposición, que coincidió en que se trata de una mala fórmula para abrir la posibilidad de edificar este tipo de hoteles tras las trabas impuestas en la norma actual -y que ahora se suavizará-.

El portavoz del PP en esta materia, Miguel Jorge, auguró que los proyectos que no sean del gusto del Ejecutivo no conseguirán la autorización y criticó que la norma tampoco reducirá la burocracia, problemas que pueden alejar las inversiones a otros lugares.

El líder de NC, Román Rodríguez, duda de los criterios que incluirá el Gobierno en el futuro reglamento -cree que el asunto ya está muy regulado- y vaticina que habrá "barra libre" a la construcción de hoteles -lo que negó la socialista Lola Padrón-. El cambio normativo saldrá en el próximo pleno.