Después de casi un mes días de exploración en aguas Canarias, el Rowan Renaissance, el barco contratado por Repsol ara buscar petróleo a 50 kilómetros de las islas de Fuerteventura y Lanzarote, ha iniciado la cuarta fase del sondeo exploratorio en el cuadrante adjudicado (Sandía). En esta etapa, descenderá desde los 1.883 metros ya alcanzados (885 de lámina de agua más 998 de subsuelo marino) hasta los 2.876 metros, atravesando a 1.955 metros su primer objetivo. Allí extraerá muestras significativas, mientras continúa su camino hacia los 3.092 metros de su objetivo final.
Así se afirma en la edición digital de ABC, en una información en la que se aclara que lo que la compañía española va buscando es lo que se conoce como una trampa de hidrocarburos, «una estructura geológica donde el petróleo podría haber quedado atrapado», explica Mariano Marzo, catedrático de Estratigrafía y profesor de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona. «Se trata una disposición de tres elementos: primero, una roca madre en el punto más profundo, que es la que genera el “aceite de roca”, el petróleo; segundo, una roca porosa llamada almacén, que actúa como una esponja que se empapa de crudo; y en tercer lugar, una roca sello impermeable que hace de tapón e impide que este siga fluyendo hacia el exterior», concluye Marzo.