La flotilla "Sandía", que se ha reducido a la mitad, ya que la integran ocho de los 17 barcos que tenían previsto salir hoy a la mar, tras exhibir en el Atlántico una bandera contra los sondeos petrolíferos, se ha visto obligada a regresar a Lanzarote y Fuerteventura debido al mal tiempo.

Según han informado miembros de esta expedición marítima, liderada por colectivos contrarios a las prospecciones petrolíferas, la protesta simbólica, que contó con la participación de buzos, se llevó a cabo en un punto equidistante entre Lanzarote y Fuerteventura y el barco que busca hidrocarburos para Repsol, el "Rowan Renaissence", como estaba previsto.

En este acto estuvo presente el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, quien se desplazó a la zona en la única embarcación que partió de su isla, ya que las restantes lo hicieron de distintos puntos de Fuerteventura, según la fuente informante, que además ha indicado que una patrullera de la Guardia Civil sigue de cerca a la expedición naval.

Los organizadores de esta flotilla han tenido que abortar también el plan previsto para que uno de los dos barcos autorizados se acercara hasta el perímetro de una milla de exclusión marítima decretado en torno al buque perforador "Rowan Renaissence", así como la acciones de vigilancia y chequeo medioambiental en esta zona.

Los barcos participantes en esta protesta, que han sido aportados de forma voluntaria por sus respectivos patrones, está previsto que aprovechen su regreso para observar el estado de las aguas y de la fauna en su trayecto a los puertos canarios.

Las tripulaciones de estas embarcaciones, de diferentes condiciones técnicas, está integrada por voluntarios procedentes de Lanzarote y Fuerteventura, así como de otras islas, entre los cuales viajan algunos científicos.