Las movilizaciones anunciadas el miércoles por los alumnos de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna cobraron ayer más sentido después de que el Gobierno de Canarias informara a la institución académica de que la cesión del colegio Aneja, reclamada por el centro como una solución a sus problemas de espacios e infraestructuras, no se materializará.

La esperada y varias veces aplazada reunión entre el consejero de Educación, José Miguel Pérez, y el rector de la ULL, Eduardo Doménech, se celebró finalmente ayer. Según el jefe de gabinete del dirigente universitario, Antonio Rodríguez, Pérez le trasladó que aún cree que la cesión del CEIP es la mejor fórmula, "tanto desde el punto de vista económico como funcional", para paliar las dificultades por las que atraviesa la Facultad, pero que el Ayuntamiento de La Laguna, propietario de una parte de los terrenos -"no de la totalidad", apostilla Rodríguez-, rechaza llevarla a cabo.

La ULL no exculpa tampoco a la Consejería. Antonio Rodríguez acusa a esta y al consistorio de "pelotear" para evitar dar una solución a una demanda que, a su juicio, es "razonable". Una vez desatendida, la Universidad pasará "de la evidencia a la exigencia". Así, los estudiantes de la Facultad han anunciado movilizaciones que la institución apoya.

La situación es tan confusa que obliga a recordar los inicios del problema. La Facultad de Educación cuenta con unas infraestructuras enjevecidas y dispersas. Ante la inviabilidad de acometer a corto plazo un nuevo edificio, el centro ha solicitado a la Consejería la cesión del colegio, anexo a sus instalaciones. Tras una negativa de varios años, José Miguel Pérez expresó su compromiso al rector de que la Facultad dispondría del colegio a partir del próximo curso.

Desde ese momento, la Facultad y la propia ULL han demandado al Ejecutivo la firma de un protocolo que regule y ponga plazos temporales al traslado. La última vez fue en el Consejo de Gobierno universitario celebrado el miércoles. Pero antes se produjo un episodio que pudo haber hecho sospechar a la Universidad del desenlace de la historia: hace apenas diez días, la viceconsejera de Educación, Manuela Armas, y el alcalde lagunero, Fernando Clavijo, se reunieron con el profesorado y las familias del colegio y les garantizaron la continuidad de la actividad escolar.

El Ayuntamiento no quiso ayer pronunciarse sobre este asunto y se limitó a remitirse a la propia Armas. Eso sí, fuentes municipales advirtieron de que el alcalde no admitirá ninguna solución sin que haya consenso.

La propia viceconsejera de Educación admitió en la tarde de ayer desconocer el contenido de la reunión entre Pérez y Doménech. "Mientras sigamos teniendo el espacio seguiremos dando clase allí", advirtió Armas, que confirmó que su departamento no tiene "ningún interés en que los niños se vayan de donde están" aunque reconoció que la Facultad de Educación "necesita espacios". Recordó, asimismo, que para que se produzca el traslado es necesario que el consistorio proporcione otras instalaciones.

Pero el jefe de gabinete de la ULL insiste en que esas instalaciones alternativas existen: el CEIP Aguere, ahora mismo casi en desuso y cercano a la Aneja. De hecho, Rodríguez opina que la cesión conviene incluso a la propia comunidad educativa del colegio, que "no está en condiciones" y que la Universidad deberá "rehabilitar de forma progresiva" si finalmente lo ocupa.

Lo que no parece factible por el momento es construir un nuevo edificio -ha habido varios intentos que no han fructificado-, como, según Rodríguez, el mismo ayuntamiento ha comentado. "Si no nos están dando ni un euro para mantenimiento, ¿cómo van a darnos 20 millones para un nuevo centro?", se pregunta.

las claves

  • Tras los fallidos intentos de construir una nueva facultad, la ULL solicitó a la Consejería la cesión del colegio anexo al centro y en cuyas instalaciones los alumnos hacen prácticas.
  • La falta de respuesta del Gobierno provocó las quejas de la Universidad, hasta que hace dos meses el rector anunció que el consejero aprobaba el traspaso.
  • Hace solo diez días, la viceconsejera de Educación y el alcalde de La Laguna aseguraron a profesores y padres del colegio que este no sería cerrado.
  • Los estudiantes de la Facultad han anunciado que protagonizarán diversas movilizaciones ante las "indignas" condiciones en las que dan clase.