El vicepresidente y consejero de educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, ha pedido hoy "comprensión" ante la demora en la apertura del nuevo colegio del barrio de Siete Palmas, en Las Palmas de Gran Canaria, que ha achacado a incumplimientos de su empresa constructora.

Y es que la demora de la apertura de ese centro, que ha obligado a mantener en el Colegio de Infantil y Primaria Boliche a muchos niños que estaba previsto que fueran desde comienzos de este curso al Siete Palmas, se ha debido a que los responsables de la construcción, que habían anunciado que cumplirían los plazos, ahora "piden un tiempo más", ha declarado Pérez.

El consejero de Educación ha argumentado que, además, esa petición responde, en parte, al hecho de que los responsables de la construcción no pueden certificar la garantía de algunas obras exteriores que ha efectuado otra empresa, y que ello ha obligado al Gobierno a aceptar sus condiciones.

"Por tanto, pedimos comprensión ante una situación que no tiene que ver con los recursos", que el Ejecutivo ha tenido dispuestos a tiempo para costear las obras, ha dicho.

Apostillando que prueba de que el Gobierno cumple con sus obligaciones en la materia es que ese "ha sido el único incidente apreciable que hemos tenido en este inicio de curso, porque el conjunto de las obras está, fundamentalmente, en marcha".

Además, Pérez ha querido aclarar que, en todo caso, su departamento estudia qué soluciones adoptar para garantizar que los niños afectados por el retraso reciban una atención adecuada.

"Buscaremos y estamos buscando la manera, lógicamente, de aguantar este plazo, con todo lo que significa de daño", ha asegurado al respecto el vicepresidente, que ha hablado de este asunto a preguntas de periodistas en el Instituto de Educación Secundaria de Santa Brígida, en Gran Canaria, donde ha participado en el acto oficial de inauguración del nuevo curso escolar.

Las declaraciones de Pérez se producen después de que el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC) haya presentado una denuncia ante la Fiscalía de Menores asegurando que los alumnos del colegio de Infantil y Primaria Boliche sufren "hacinamiento e inseguridad" debido a que no han concluido las obras del nuevo centro escolar del barrio de Siete Palmas.

En un comunicado, el STEC sostiene que esta problemática es "una muestra de improvisación y negligencia" de la Consejería de Educación, que, en su opinión, "no ha garantizado, después años de espera, la finalización a tiempo del nuevo centro de infantil y primaria", donde ya tendría que estar ya ubicado el alumnado.