Hasta el curso pasado, los alumnos de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL) estaban habituados a moverse entre humedades, inundaciones y taquillas destrozadas. Ahora disfrutan de unas nuevas instalaciones destinadas a convertirse en un icono arquitectónico de la Isla y que contrastan llamativamente con el estado de otras infraestructuras de la institución.

El nuevo edificio de la sección de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades fue inaugurado ayer después de un proceso de doce años y tras una inversión de 23,4 millones de euros, 1,5 por debajo del importe de licitación.

Las primeras palabras del rector, Eduardo Doménech, daban fe de lo arduo que ha resultado el camino: "Parecía imposible, pero ya estamos aquí". Doménech incluyó en sus agradecimientos al equipo de arquitectos de la obra -GPY-, a las empresas que la han ejecutado, a toda la comunidad educativa del centro, al presidente del Gobierno regional e incluso a Milagros Luis Brito, exconsejera de Educación. No mencionó, en cambio, al actual responsable del departamento, José Miguel Pérez. Ningún alto cargo de la Consejería asistió al acto.

Una superficie construida de 32.000 metros cuadrados, talleres con alturas de ocho metros, 7,5 kilómetros de pasillos exteriores, un amplísimo patio interior, una espectacular rampa en espiral... Los valores arquitectónicos del inmueble son evidentes, al igual que su grandiosidad, sobre todo si se tiene en cuenta que acogerá a unos 800 estudiantes, que podrían elevarse a mil en unos años, y pese a que el decano, Alfonso Ruiz, insistió en que "las aulas y talleres están ocupados al 100%". Tal vez por ello, el rector afirmó que debe ser "algo más que un centro docente: hay que pasearlo, disfrutarlo, y debe funcionar como una nueva puerta de entrada de la sociedad a la Universidad".

Pero este objetivo parece difícil de cumplir por ahora: la sala de exposiciones, admitió Doménech, está operativa, aunque "con restricciones". Debe ser dotada y equipada, como el salón de actos. La posibilidad de acometer esta inversión a medio plazo es "complicada", advirtió, porque "hay muchas carencias en otros centros de la Universidad".

El incierto destino de la parcela de la antigua facultad

La Universidad de La Laguna (ULL) mantiene su solicitud de que el Gobierno de Canarias continúe cediéndole los terrenos donde se levanta la que hasta el curso pasado era la facultad de Bellas Artes. "Hacen falta más plazas de colegios mayores y residencias y nos gustaría crear un nuevo alejamiento universitario en la zona", confirmó ayer a este periódico el rector de la ULL, Eduardo Doménech, consciente, sin embargo, de que la actual situación económica convierte este proyecto solo en una posibilidad a largo plazo.

Además, la Consejería de Educación ha informado a la Universidad de que el espacio también es reclamado por la Escuela de Arte y Diseño Fernando Estévez, que quiere ampliar sus instalaciones.

Entre tanto, algunos profesores siguen mudándose al nuevo centro, de forma que las clases empezarán el día 15.