El vicepresidente del Gobierno de Canarias, el socialista José Miguel Pérez, alertó ayer de que los próximos presupuestos regionales deberán afrontar una doble merma de recursos: el recorte que esperan en la asignación del Estado y el derivado de la reducción de los límites de déficit y endeudamiento desde el 1% autorizado en 2014 hasta el 0,7% previsto para 2015.

Pérez, quien compareció tras la reunión del Consejo de Gobierno, subrayó que, a pesar de ello, el Ejecutivo asume el compromiso de no recortar los presupuestos de los servicios públicos básicos, entre los que ha citado la sanidad, la educación y las políticas sociales, que como mínimo recibirán del próximo presupuesto autonómicos los mismos recursos que en el año en curso.

En esta línea, el portavoz del Gobierno, Martín Marrero, criticó que, mientras rebaja el techo de déficit a las administraciones regionales, el Estado se reserva un margen mayor de endeudamiento, a pesar de que "no soporta los servicios públicos que sí prestan las comunidad autónomas".

El Ejecutivo regional instó ayer al central a aprobar un régimen transitorio que permita compensar a aquellas comunidades que resultan más perjudicadas por el actual sistema de financiación autonómica, en tanto se decide si se afronta o no su reforma.

Marrero reiteró que el Archipiélago recibe cada año del Estado unos 800 millones de euros menos de lo que le correspondería si el sistema de financiación le asignara lo mismo que reciben, como promedio, el resto de comunidades, en una situación que se "repite y se agrava" cada año.

Asimismo, recordó que no solo Canarias denuncia las deficiencias de este sistema de financiación, sino que este también ha suscitado quejas por su desequilibrios por parte de otras regiones, algunas de ellas gobernadas por el PP.

El Gobierno sostiene, por ello, que el Ejecutivo central tiene en este momento "una oportunidad histórica de mostrar cuál es su compromiso con Canarias, pero con hechos, no con palabras".