Los últimos datos de Plátano de Canarias cifraron en 363.771 toneladas su producción del año 2013, una cifra que lo sitúa en torno al 60% del total generado por el sector agrario en Canarias y en línea con la media de 375.000 toneladas de los últimos 20 años.

Estas cifras son las que han llevado a la actividad platanera, cuya producción requiere de las fases de cultivo y empaquetado, a convertirse en la actividad agraria que más empleo directo genera si se tiene en cuenta el promedio anual de empleos equivalentes a tiempo completo. En estos momentos, un mínimo de 12.000 empleos anuales a tiempo completo dependen del sector del plátano en Canarias.

Según datos recogidos por la Universidad de La Laguna, el coste de la mano de obra por hectárea en cultivo y empaquetado de plátano ronda los 16.500 euros por hectárea, con lo que la masa salarial generada por el cultivo de plátano supera los 150 millones de euros anuales, tanto de trabajo asalariado como de trabajo propio. Cantidad que se sitúa por encima de las ayudas que perciben los productores.

Los agricultores canarios de plátano no perciben ayudas al transporte ni a la tareas de preparación de su producto para la venta y tienen como única fuente de ayuda el Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias (POSEI). Dentro de este programa, dotado con 218.819.013 euros, los productores de plátano reciben una ayuda anual que representa el 56% del total y que además está vinculada a los kilogramos de plátano comercializado y que tiene en cuenta la cantidad de referencia determinada para cada año en función de la producción obtenida en los dos últimos años y su bienio histórico.

Asimismo, la ayuda al agricultor está supeditada a que comercialice al menos el 70% de su cantidad de referencia, por lo que la orientación de las ayudas al sector platanero están dirigidas a la sostenibilidad del empleo que genera y al mantenimiento de un volumen mínimo que le permita competir en todo el mercado nacional.

Al margen del peso de la renta del sector, una de las bazas más importantes de la producción de plátano viene de la mano de la influencia que tiene en otros sectores y que van desde el agua de riego a los transportes en origen, la industria del cartón, el mantenimiento de instalaciones, las fábricas de pallets, las importaciones de maquinaria, abonos, plaguicidas, plásticos o combustibles, con un valor añadido por este efecto adicional próximo a los 130 millones de euros anuales.

Los productores plataneros desembolsan casi 32 millones de euros anuales en la adquisición de abonos, fertilizantes y productos fitosanitarios y un importe similar corresponde al consumo de agua. Los materiales de cultivo y empaquetado, básicamente cajas de cartón, suponen algo más de 43 millones de euros anuales, mientras que las reparaciones y mantenimiento de la infraestructura de cultivo y empaquetado superan los 9 millones.

La estructura de costes de cultivo, empaquetado y comercialización permiten vislumbrar también los efectos de arrastre sobre empresas que participan en el suministro de insumos del proceso productivo o que realizan la comercialización de la fruta y en el coste de las importaciones de productos comercializados en contenedores refrigerados desde la Península.