El número de cachalotes que mueren cerca de las costas canarias como consecuencia de colisiones con embarcaciones es similar al de nacimientos, con lo que hay riesgo de que su población se reduzca, dijo hoy en rueda de prensa Natacha Aguilar, bióloga de la Universidad de La Laguna.

Natacha Aguilar es la investigadora líder del Grupo de Prevención de Colisiones entre Cetáceos y Embarcaciones en Canarias, que hoy se ha reunido por segunda vez y cuyo objetivo es conseguir que sean compatibles la conservación de las casi treinta especies de cetáceos que habitan en aguas del Archipiélago y la navegación marítima.

En rueda de prensa, Natacha Aguilar dijo que nadie quiere matar animales, "pero ellos están y nosotros también", por lo que se trata de compartir el espacio y aportar soluciones científicas y tecnológicas para ello.

El animal más afectado por las colisiones con embarcaciones es el cachalote, que Natacha Aguilar calificó de muy especial por cuanto es el de mayor tamaño que, con dientes, ha existido, y que en el caso de los machos puede llegar a los dieciocho metros de longitud y 60 toneladas de peso, y en el de las hembras a doce y treinta, respectivamente.

La historia vital del cachalote es parecida a la del ser humano en cuando a que si bien madura sexualmente en la adolescencia el macho no busca hembra hasta los treinta años y el intervalo de nacimiento de crías por hembra es de cuatro años, explicó la bióloga.

Este grupo, financiado por la Fundación Biodiversidad-Magrama y cofinanciado por el Gobierno canario y los cabildos de Lanzarote, Fuerteventura y Tenerife, así como por el Ayuntamiento de El Pinar (El Hierro), analiza las medidas aplicadas en otros lugares del mundo si bien es preciso tener en cuenta que las aguas canarias son muy profundas, al superar los mil metros.

Una de las medidas que se testará en Canarias, y que funciona en aguas noruegas, es la detección térmica por los soplos que emiten los cetáceos.

El área de estudio en Canarias es hasta doce millas náuticas de las costas, donde se han avistado unos 1.500 cetáceos distribuidos en los diversos canales que hay entre las islas, tarea en la que colaboran las navieras Fred Olsen, Trasmediterránea y Armas al permitir el embarque gratuito de los investigadores.

Las mayores concentraciones de cachalotes se han detectado entre Gran Canaria y Tenerife, así como en el norte de La Palma y en zonas próximas a Lanzarote y Fuerteventura, y la primera de ellas coincide con una zona de gran tráfico marítimo.

Las colisiones entre embarcaciones y cetáceos son un problema en todo el mundo y el proceso para reducirlas tarda años, reconoció Natacha Aguilar, quien aseguró que todos los esfuerzos que se hagan son necesarios.

Durante la rueda de prensa, Erika Urquiola, técnico del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias, comentó que si bien según los datos cada año se encuentran muertos 4,79 cetáceos que han tenido una colisión eso no quiere decir que siempre haya sido esa la causa de su fallecimiento.

De esos 4,79 cetáceos al año que se encuentran en aguas del archipiélago canario con signos de haber sufrido una colisión con una embarcación casi la mitad son cachalote, dijo Erika Urquiola.

Añadió que lo que es seguro es que la media de muertes de cetáceos como consecuencia de colisiones con embarcaciones es de uno al año, mientras que 0,36 tienen como posible causa de la muerte una colisión, pero en el resto de los caso los fallecimientos podrían tener otro origen, pero el problema "es el mismo".

Natacha Aguilar manifestó que muchos animales muertos son arrastrados por las corrientes marinas lejos de las costas canarias, con lo que el número real de fallecimientos es mayor.

Comentó que, según un estudio de la Universidad de La Laguna para evaluar a los cachalotes en viven en las aguas próximas a Canarias, hay riesgo de que la población de estos animales se reduzca como consecuencia de colisiones con embarcaciones.

Explicó Natacha Aguilar que la capacidad de criar es de un animal cada cuatro año, de modo que la tasa de crecimiento neta de la población es de 1,1 por ciento anual, muy parecida al número de cachalotes que aparecen varados con síntomas de colisión, con lo que la mortalidad real posiblemente supera a la tasa de producción.

Es posible que a las costas próximas a Canarias lleguen cachalotes machos del Atlántico y sustituyan a los que fallecen, pero resulta que las hembras, que son fieles al territorio, mueren en mayor cantidad, con lo que no se sustituyen, y por ello hay riesgo de que se reduzca su población.

El capitán marítimo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Antonio Padrón, recordó que hace años cuando se producían colisiones también había personas heridas, algo que ahora no sucede debido al mayor tamaño de las embarcaciones.