La crisis se ceba sin tregua con los trabajadores más vulnerables. Desde enero a junio de 2007 -un mes antes del inicio de la crisis- hasta el mismo periodo de este año, el acumulado anual de nuevos contratos de trabajo ha descendido un 33,5% en Canarias. Es una media que esconde un lado dramático de la realidad: la bajada de los contratos indefinidos -los que gozan de mayores beneficios- ha sido en esos seis años del 20,1%, muy por debajo del 45,8% que se han desplomado los contratos de obras y servicios -los más frecuentes en la construcción, pero que también son importantes en la hostelería-.

Así lo revelan las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que registran un acumulado de nuevos contratos laborales de 378.946 al cierre del primer semestre de 2007, muy por encima de los 251.975 del comprendido entre enero y junio de este mismo año, lo que en cifras absolutas supone una disminución en 126.971 contratos (-33,5%).

Los contratos indefinidos, que aún en la época de bonanza crecieron de forma muy ligera, llegaron a ser 19.215 en la primera mitad de 2007, mientras que para el mismo lapso de tiempo de 2013 sumaron 15.353, lo que implica una bajada de 3.862 contratos (-20,1%).

En cambio, en esos mismos seis años, la evolución de los contratos de obras o servicios en el Archipiélago pasó de los 124.789 registrados en el primer semestre de 2007 a los apenas 67.263 del lapso de tiempo equivalente de 2013, un hundimiento de 57.166 (-45,8%).

De forma paradójica, los contratos indefinidos han ganado peso en el cómputo global de Canarias al haber retrocedido en mucha menor medida que la media general. Al término del primer semestre de 2007 suponían el 5%, pero de enero a junio de 2013 fueron el 6% del total.

Los contratos eventuales, sinónimos en su mayor parte de empleo precario -muy vinculado al de los jóvenes y también al de los trabajadores menos cualificados- en el primer semestre de 2007 sumaban 160.654, pero en el mismo periodo de 2013 solo eran 125.765. La diferencia (34.889) también implica un descenso importante (-21,7%).

Pero el deterioro del mercado laboral también muestra un lado aún más evidente en el segmento del empleo joven: los contratos de prácticas, que en el acumulado anual hasta junio de 2007 eran 956 en todo el Archipiélago, durante el mismo lapso de tiempo de este año solo alcanzó los 640, lo que supone 316 menos -un retroceso del 33%-.

También llama la atención la caída de los contratos interinos, cuyo ámbito se circunscribe a la función pública. En las Islas, eran 38.803 en el acumulado anual a junio de 2007, mientras que el mismo plazo de tiempo de 2013 fueron solo 26.037 (12.766 menos), lo que es una bajada del 32,9%, dato que confirma la destrucción de este tipo de empleo en las Islas.

"Canarias sí tiene margen contra la reforma"

El portavoz de CCOO Canarias, Carmelo Jorge, lo tiene claro. La legislación básica estatal -a través de las reformas laborales- impulsan y fomentan la precariedad del mercado laboral. Se crean puestos de trabajo, es verdad, pero de baja calidad y un precio "muy alto", en su opinión.

Por una parte, las leyes favorecen la extinción de los puestos de trabajo bajo contratos indefinidos a favor de sustituirlos por varios de carácter temporal.

Esta situación es relevante de forma particular en el ámbito de la hostelería, lamenta Jorge, pues en la mayoría de los casos se trata de empleos que requieren baja cualificación. Si la construcción todavía fuera una actividad relevante "también pasaría" gracias al actual marco legislativo, sostiene el dirigente sindical.

En cambio, es muy poco problable que la situación se dé de una manera frecuente en el pequeño comercio. "Un bar se llena con independencia del personal, pero las tiendas es otro mundo", aclara Jorge. "Esos trabajadores valen en la medida en que sepan vender", añade.

Las reformas laborales, apunta Jorge, han servido para hacer "más fácil y más barato" despedir al trabajador antiguo al tiempo que han hecho "más rápido y más barato" contratar otros empleados a menor coste.

Uno de los problemas que origina esta situación es que, al abaratar el coste de los salarios, el consumo también cae, lo que a su vez origina menos necesidad de contratar más empleados porque las empresas venden menos, sostiene CCOO Canarias. Pero el objetivo de las reformas laborales, lamenta Jorge, es crear empleo intensivo en cantidad a la población activa sin cualificación -o con muy baja formación-.

Al contrario de lo que defiende la Consejería de Empleo, el sindicato cree que el Gobierno autonómico sí tiene margen para actuar en contra de esos efectos.

"Hay que saltarse el objetivo de déficit a un límite razonable y se debe reforzar la Formación Profesional", recomienda el portavoz de CCOO Canarias.