La política de comunicación del actual Gobierno de Canarias, que preside Paulino Rivero, no pasará a la historia de la Autonomía como un ejemplo a imitar. Concursos presuntamente irregulares, sentencias en contra y enfrentamientos con algunos medios de información forman parte de una gestión que, desde el primer día de la actual legislatura, ha estado bajo sospecha.

De algunas de estas actuaciones se desprende que el Ejecutivo regional, que respaldan Coalición Canaria (CC) y PSOE, no siempre ha actuado con los criterios de eficacia y eficiencia que se le presuponen a cualquier administración pública. Sirva como ejemplo el reparto de la controvertida publicidad institucional.

EL DÍA ofrece en su edición en papel del domingo un amplio análisis de cómo gestiona el Ejecutivo autónomo su publicidad en los medios de comunicación de Canarias.