La Consejería de Energía de Canarias y el Ministerio del área acercaron posiciones el jueves pasado sobre algunos aspectos que preocupan al Ejecutivo autonómico del proyecto de ley que cambiará la regulación de los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares. En concreto, el Gobierno regional teme por la garantía de suministro, ya que este depende de inversiones continuas que es previsible que no se produzcan fuera del régimen de primas que existe para compensar a las empresas generadoras de electricidad. El borrador de la norma establece que esas compensaciones ya no existirán para las compañías que superen una cuota de mercado del 40% y Endesa tiene en el Archipiélago el 93%.

Aunque ese aspecto quedó superado, en principio, con el compromiso de permitir que se sigan primando las inversiones a pesar de exceder el 40% del mercado -aunque siempre dando prioridad a eventuales competidores-, hubo un aspecto que, en palabras del director general de Endesa en Canarias, Pablo Casado, "al parecer" no se abordó y "preocupa" a su organización: el futuro de las centrales de bombeo del Archipiélago de las que ya hay varias en ejecución.

El proyecto de ley obliga a que Endesa las traspase a Red Eléctrica de España (REE) -operador del sistema-, a lo que se niega el generador. Entre otros muchos argumentos, ambas discuten la naturaleza de la actividad porque alegan que la contraria no puede ejercerla. Así, REE dice que se trata de una actividad de almacenamiento de energía que se inscribe dentro del aprovechamiento de las renovables, pero Endesa afirma que consiste en otra forma más de generación, por lo que le corresponde su gestión.

Casado explica que, en realidad, no existe una discusión al respecto porque todas las leyes de todos los países de la UE establecen que es una actividad de generación y así está en las directivas comunitarias por lo que siempre se trata dentro del marco de la generación.

"Ahí, simplemente, hay una iniciativa por parte de una empresa que quiere que se le de un tratamiento diferencial para utilizarlo como una vía de crecimiento a riesgo de contravenir toda la legislación vigente", zanja.

"No creo que el mejor sistema para probar una decisión inédita en Europa como esta sea Canarias", advierte. "Pregunte a REE cuántos bombeos tiene y por qué", reta. "No hay duda sobre el tratamiento que da la ley a esto", insiste.

"Otra cosa es que alguna empresa quiera tratar de modificar la legislación española y europea y pueda querer utilizar a Canarias como una brecha para entrar en esa presión, pero no debemos correr el riesgo de ser un experimento regulatorio europeo". Además, remata, "no tienen experiencia en esta materia".