El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil celebró ayer el 25 aniversario de su implantación en Tenerife. Desde entonces, los agentes de este equipo especializado han rescatado a unas 1.500 personas en cerca de medio millar de servicios. Los primeros agentes destinados en dicho equipo en la Isla fueron distinguidos ayer en un acto protocolario celebrado en el recinto ferial de Tenerife y que estuvo presidido por el general jefe del Instituto Armado en el Archipiélago, Miguel Martínez; el teniente coronel Jiménez Martín, coordinador nacional de dicha unidad, así como el subdelegado del Gobierno, José Antonio Batista, que calificó a estos funcionarios como "un pequeño grupo de héroes".

La Benemérita creó el primer grupo en 1967 en la Península, aunque no fue hasta 1986 cuando el Archipiélago dispuso de un grupo especializado de rescate en montaña en condiciones extremas. Actualmente, los diferentes Greim están considerados como uno de los cuatro mejores del mundo en su especialidad.

Durante años, dicha unidad del cuerpo de seguridad fue el único de sus características que operaba en las Islas. Con el paso del tiempo, otros recursos de emergencias han incorporado a profesionales del rescate, como el Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno canario y el Consorcio de Bomberos de Tenerife, entre otros.

El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña está formado actualmente por un sargento, Cipriano Martín, y siete agentes. Su ámbito de actuación está en las dos provincias, aunque, debido a las características orográficas de las islas occidentales, la mayoría de los servicios tienen lugar en Tenerife, La Palma, La Gomera o El Hierro.

Uno de los servicios más recordados, debido al número de fallecidos y al esfuerzo necesario para auxiliar a los supervivientes, tuvo lugar en la galería de Piedra de Cochinos, en Los Silos.

Durante la jornada de ayer, los profesionales del Greim de Tenerife hicieron un simulacro de rescate de un alpinista herido. El escenario de la exhibición fue una de las torres de Santa Cruz de Tenerife. Los agentes descendieron desde la última planta del edificio al lugar donde se hallaba el supuesto alpinista. Después, tras un minucioso periodo de preparación, la "víctima" fue colocada en una camilla.

El último paso del rescate consistió en el transporte de la camilla, a través de cuerdas, desde el inmueble hasta el recinto ferial, tras "sobrevolar" la avenida Manuel Hermoso Rojas.