La polémica en torno a las políticas educativas en Canarias ha alcanzado tales dimensiones que no hay prácticamente ningún nivel de enseñanza que permanezca ajeno a ella. Las escuelas oficiales de idiomas, encuadradas en la educación no obligatoria, sufrieron el pasado curso una reducción de la oferta -supresión de cursos específicos, congelación de la implantación de nuevos niveles y lenguas- que también se mantendrá en el próximo, pese a que las solicitudes para inscribirse en ellas experimenten un aumento.

Según el sindicato STEC-Intersindical Canaria, "para el próximo curso académico hay un elevado incremento de las preinscripciones del alumnado que desea aprender idiomas", mientras que la Consejería de Educación "ha disminuido el número de plazas".

Aunque la Administración educativa reconoce que "posiblemente" se esté produciendo un aumento de las peticiones para cursar estudios de idiomas -algo que atribuye a la situación económica-, recuerda que los niveles de abandono en las escuelas son "enormes", al tiempo que asegura que la oferta "se mantiene exactamente igual" que el curso actual. El director general de Formación Profesional y Educación de Adultos, Manuel Jorge, resume la situación con estas palabras: "hemos llegado hasta donde hemos podido".

Jorge se refiere, de esta manera, a las dificultades económicas, que "nos afectan a todos", apostilla. "Nada nos gustaría más que crecer en las enseñanzas postobligatorias, como en todas, pero hay restricciones importantes", dice. En este contexto, el director general expresa su "satisfacción" por "mantener lo que tenemos", ya que, argumenta, "la situación podría ser peor".

Por su parte, el STEC advierte de que "serán muchas las personas que finalmente no podrán obtener plaza" en las escuelas oficiales de idiomas. "Y un número importante de los que logren una plaza en el sorteo volverán a abandonar transcurrido un tiempo, porque no encuentran en las escuelas respuestas a sus demandas. Y, de nuevo, la Consejería, si no se produce un cambio en la hoja de ruta, en lugar de diversificar la oferta aprovechará para desmantelar", augura la organización sindical.

Para los representantes de los trabajadores, la actitud de la Administración es de una "permanente invitación al abandono". En este sentido, aluden a que "los disparatados criterios de evaluación obligan al alumnado oficial a la realización en un mes de unas 18 pruebas, repartidas en cuatro destrezas. Para certificar en un nivel de una EOI no es suficiente con asistir regularmente a clase, alcanzar los objetivos previstos para cada nivel y demostrar su aprendizaje idiomático en las distintas pruebas realizadas a lo largo del curso académico", afirman.

Según el STEC, "se impone la necesidad de una profunda reconversión de las enseñanzas ofertadas en las escuelas oficiales de idiomas", consistente en "combinar el modelo actual con los cursos específicos que hace pocos años se iniciaron y que fueron eliminados fulminantemente por la propia Consejería".