Los grupos políticos del Parlamento de Canarias habían decidido dar por terminada la legislatura con el pleno celebrado la semana pasada, en el que los representantes políticos, incluido el presidente regional, Paulino Rivero, pronunciaron discursos de despedida, pero hoy han decidido "reabrirla" y convocar dos nuevos plenos para aprobar la Ley de Cajas.

"Es un esperpento", reconocieron en rueda de prensa el portavoz del grupo socialista, Francisco Hernández Spínola, y el diputado del mismo grupo Blas Trujillo, pero atribuyeron la situación creada al retraso del Gobierno de Canarias en la remisión a la Cámara del proyecto de ley de cajas de ahorro.

La Junta de Portavoces decidió hoy, a propuesta del grupo socialista, que a lo largo del mes de abril se tramite este proyecto de ley, para lo que se convocará una ponencia y dos plenos, uno el día 12, de primera lectura, y otro el 27, para la aprobación definitiva de la norma.

En un principio, el Gobierno quería que el Parlamento aprobara al menos seis artículos y cuatro disposiciones transitorias, pero el PSOE no quiere una "miniley" y ha planteado que se tramite el conjunto de la Ley, de 107 artículos, lo que fue aceptado por unanimidad.

Hernández Spínola y Trujillo reconocieron que la nueva normativa autonómica no es imprescindible, puesto que las cajas de ahorro pueden regirse por la norma básica estatal y de hecho su actividad financiera ya no estará residenciada en las propias cajas, sino en los bancos en los que se han integrado, Bankia en el caso de la Caja Insular y Banca Cívica en el caso de Caja Canarias.

De hecho, la normativa autonómica sólo incidirá en la parte de la obra social que queda tras las fusiones, el monte de piedad y la sede, dijeron.

Pero argumentaron razones "institucionales" para que se tramite ahora la Ley de Cajas, porque que "es más serio" que la comunidad autónoma tenga su propia normativa, ya que en caso contrario sería la única en no contar con una legislación propia adaptada a la nueva realidad del sistema financiero.

De hecho, tras ser consultada, la Caja Insular manifestó a los diputados socialistas menor interés en la reforma legal, porque considera que puede guiarse por la normativa estatal.

Pero CajaCanarias sí está más interesada en que se apruebe una normativa autonómica, ya que aún sus órganos no han aprobado la segregación del negocio financiero a Banca Cívica.

CajaCanarias ha manifestado que su interés tiene que ver con la seguridad jurídica y no ha planteado que tenga relación con la edad de jubilación de su presidente, Álvaro Arvelo, dijo el portavoz socialista.

Blas Trujillo consideró que el proceso de integración de CajaCanarias es "de igual a igual" con las otras entidades que participan en Banca Cívica, mientras que en el caso de la Caja Insular su papel pasa a ser "prácticamente irrelevante" dentro de Bankia, donde participa con entidades de mucho mayor tamaño.

Acusó al Gobierno de Canarias de haberse inhibido en todo el proceso de integración, hasta el punto de que no aprobó el proyecto de ley antes de enero, que era el plazo final, y ahora obliga al Parlamento a reunirse cuando ya había decidido dar por terminada la legislatura.

Hernández Spínola se mostró contrariado con el "pasotismo" del Gobierno de Canarias y subrayó que el proyecto de ley fue enviado al Parlamento el 21 de marzo, un día antes del pleno en el que todos los diputados se despidieron y en el que el propio Paulino Rivero pronunció palabras de despedida.