Alika, Charlotte e Isaac tienen dos aulas. Una, su aula ordinaria, donde asisten a algunas clases con los compañeros de sus respectivos cursos. La otra, un aula de acogida, el recurso que se aplica en Canarias para favorecer el aprendizaje del español en alumnos extranjeros y facilitar su integración en el entorno escolar.

Son algunos de los catorce estudiantes del IES El Médano, en Granadilla de Abona, que reciben parte de su educación en el aula de acogida del centro, el tercero de las Islas -tras el IES y el CEIP Puerto del Rosario, en Fuerteventura- que cuenta con un espacio de estas características.

Lejos de la polémica que despertó en Cataluña -donde fue recibida como una medida "segregadora"-, la implantación en Canarias de las aulas de acogida no ha generado demasiada controversia. De hecho, los padres de los alumnos del IES El Médano "en ningún momento han estado en contra", asegura la directora del centro, Laura Leal. Esta opinión es corroborada por el docente que se encarga del aula, Juan Ángel Velázquez: "Están muy contentos y nos transmiten que los chicos llegan a casa con mucha ilusión y ganas de aprender".

Los "usuarios" del aula del centro tinerfeño tienen diversas procedencias: Bélgica, Letonia, Inglaterra, Suiza, China, Marruecos, Venezuela y Colombia. La presencia de alumnos hispanohablantes se explica por las características distintivas que el proyecto tiene en Canarias: acoge a chicos que no hablan el castellano, pero también a otros que presentan un desfase en el aprendizaje.

Otra diferencia del modelo canario respecto al catalán es que los chicos están insertos en el sistema educativo, ya que comparten un número de horas con el resto de compañeros, en aquellas materias que no exigen el idioma de la lengua española. Además, el número máximo de horas que pueden permanecer en el aula de acogida se reduce a medida que avanza el curso, de manera que se incorporan paulatinamente a las asignaturas que requieren del dominio del idioma.

Algunos de los estudiantes del aula del IES El Médano ya lo han hecho. Es el caso de Alika, procedente de Letonia, a la que sus profesores describen como "muy trabajadora" y que se muestra contenta de su incorporación al resto de materias, tanto como los responsables del centro con los resultados que produce el proyecto.

El IES El Médano ya tenía experiencia en iniciativas de integración. Un proyecto de educación intercultural desarrollado por el centro había recibido un premio, lo que animó a la dirección del instituto -situado en una zona con un importante volumen de población extranjera- a pedir al Ayuntamiento de Granadilla que solicitara a la Consejería la instalación de un aula de acogida. Ahora, y a la vista de los resultados, esperan que se les renueve para el próximo curso, entre otras cosas porque, explican, su coste es mínimo.

Ensayo y error

La figura del docente encargado del aula es clave para el éxito del proyecto. Velázquez reconoce que inicialmente sintió "mucho temor" ante una tarea que nunca había desarrollado con adolescentes -sí había impartido clases de español para extranjeros a adultos-, pero la confianza que le transmitía la dirección del IES facilitó las cosas. Los primeros meses los dedicó a la preparación de su labor, a la búsqueda de ejercicios, a un trabajo "de indagación, de ensayo y error".

La docencia "individualizada" que practica este profesor en el aula lo ha convertido en una especie de "cotutor" de los chicos. "Asesora al resto de profesores, los orienta, porque su trabajo le permite ver mejora las carencias y particularidades de cada uno de los alumnos", dice la directora del instituto sureño.

"No es una medida de discriminación, sino de integración. Lo que pasa es que cuando se dice que se les saca del aula se dice inmediatamente que son segregados. No. Hay que ver qué se hace en esos casos. Es una mayor segregación mantenerlos en el aula cuando no pueden seguir las clases", argumenta, por su parte, la directora general de Ordenación Educativa del Gobierno canario, Victoria González Ares.

Pese al éxito que, a su juicio, han tenido en las Islas estas aulas -por las que han pasado hasta ahora casi 55 estudiantes-, el Ejecutivo no se plantea crear nuevas, dado que no ha recibido nuevas peticiones de los ayuntamientos, algo explicable por la "ralentización" que ha sufrido el proceso inmigratorio en Canarias.