El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Ejecutivo canario, Domingo Berriel, aseguró este jueves tras el Consejo de Gobierno, que la Administración autonómica tiene "suficientes argumentos jurídicos" como para que no se paralice la obra de Chillida en la Montaña de Tindaya (Fuerteventura) en el caso de que alguien intentara que así fuera.

"No se trata de un nuevo impulso al proyecto porque nunca se ha parado. Se trata de que hemos llegado, tras una serie de actuaciones, a un momento en el que ya procedía llegar a un acuerdo con la familia de Chillida para culminar el proceso que nos lleve a la adjudicación en su momento del concurso, si realmente llega a buen puerto y hay empresas interesadas", dijo.

Aquí, comentó que el objetivo es que la obra no se haga con inversión pública con recursos de la Comunidad Autónoma, sino que, de los informes técnicos y económicos se deduce la rentabilidad clara de la obra. "El Gobierno --añadió-- continúa pensando que la mejor forma es sacar un concurso de concesión administrativa".

Respecto a posibles problemas que paralicen la ejecución de la obra, aseguró que el Gobierno canario tiene "suficientes argumentos" para que no sea así.

"Tenemos --añadió-- suficientes argumentos jurídicos y técnicos para que la obra no se vea interferida por más que tenga alguien voluntad de boicotarla. En principio, la paralización de la obra no traería nada a nadie, simplemente, lo único que haría sería conseguir alguna razón sobre alguna tesis que pide que no se realice el proyecto"

Por otra parte, explicó que la familia Chillida mostró esta semana su acuerdo para la creación de una fundación para sacar a concurso el proyecto, por lo que en los próximos meses se procederá a acordar los estatutos de la sociedad y el pliego de condiciones para el concurso.

Berriel afirmó que a partir de ahora hay que continuar con el proceso expropiatorio, que se hace en colaboración con el Cabildo de Fuerteventura. "Poco suelo más se necesita para ejecutar la obra", agregó mientras destacó la intención de preservar el entorno de la montaña de Tindaya.