El presidente canario, Paulino Rivero, pidió ayer al Estado que permita a controladores de otros países europeos trabajar en el espacio aéreo español para garantizar la seguridad del tráfico aéreo.

Rivero respaldó la actuación del Gobierno de España tras la protesta de los controladores que obligó a cerrar el espacio aéreo el pasado día 3 de diciembre.

Recordó que el Gobierno canario había solicitado al Ejecutivo central desde el 7 de enero del 2010 medidas contundentes para evitar que los aeropuertos canarios se vieran perturbados con huelgas que venían repitiéndose cíclicamente y "en momentos claves".

El Gobierno central tardó en adoptar decisiones, pero en la recta final de 2010, opinó el presidente, "cogió el toro por los cuernos" y tomó medidas que están en coherencia con las exigencias del Gobierno de Canarias.

Entre ellas apuntó la militarización temporal del colectivo de controladores durante el periodo de excepción, y la apertura del espacio aéreo hacia otras posibilidades como la formación de controladores militares para "tener siempre una alternativa". También defendió propiciar la formación de controladores a través de centros privados para no depender en exclusiva de los gestionados por los propios controladores.