Todos los municipios canarios donde el voto exterior tiene un peso decisivo tienen en común -aparte de su localización mayoritaria en La Palma, La Gomera y El Hierro- su reducida población, un factor determinante que explica por qué aún cuando los emigrantes originarios de estas corporaciones locales no alcanzan cifras astronómicas, su peso relativo sí es muy alto.

Esto define que un puñado de votos sea capaz de cambiar el color político de esos municipios. Esta situación es uno de los argumentos que esgrimen los partidarios de la reforma, pese al rechazo de los nacionalistas. La diputada de Coalición Canaria (CC), Nuria Herrera, ve "inexplicable" el cambio de la ley y la presidenta de esta formación, Claudina Morales, siempre ha defendido que los canarios en el exterior mantienen vivos sus vínculos con las Islas. En cambio, la Subcomisión del Congreso justificó que esta restricción parte de la base legal de que al alcalde y a los miembros de la corporación los eligen "los vecinos", condición de la que carecen los emigrantes dado que residen fuera del país.