LA HERENCIA socialista en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz tuvo la semana pasada una consecuencia terrible: al Ayuntamiento le cortaron la luz. Si bien el alcalde sostiene que la compañía, filial de Unelco, que da energía a la ciudad debe más al municipio que el municipio a ella, el suministro fue suspendido y hubo que hacer un encaje de bolillos -que no vamos a citar- para que la casa consistorial pudiera seguir funcionando. Y lo de funcionando es un decir porque la Oficina Técnica no funciona ni con velas.

Marcos Brito y su equipo -con excepciones, bastante flojo recogieron una herencia endemoniada del Partido Socialista, que siempre basa su gestión municipal en el subsidio de correligionarios. Se pasan la vida fichando a iguales para luego poder amarrar bien los comicios. Esta es una verdad absoluta, pero si quieren la discutimos.

Así tenemos a un Ayuntamiento portuense empobrecido e incapaz de sacar los temas adelante. Hace meses, por ejemplo, que El Corte Inglés espera una licencia para abrir un gran local en la plaza del Charco. Un Opencor, que lo único que va a traer es movimiento y riqueza al casco urbano. Pues la licencia no llega. Extrañamente, no llega. Hace unas semanas, el empresario Pepe Hidalgo, presidente de Globalia, amenazó con desinvertir en el Puerto y marcharse si la Oficina Técnica, que le había dicho por dónde tenía que caminar para obtener la licencia de reforma del hotel Orotava Palace, insistía en no aprobarle las obras pactadas para cumplir con la norma.

La arquitecta María Luisa Cerrillos, a la que supuestamente se le ha encargado un plan para el casco portuense, espera sentada a que se aprueben sus honorarios, que fueron informados negativamente por la dichosa Oficina Técnica, una especie de muro de Berlín, que todo lo rechaza. El plan general en vigor es un desastre: se ha quedado antiguo, muchas de sus premisas son absurdas y anacrónicas y los empresarios huyen de la ciudad a toda prisa.

Y, encima, sin luz. Marcos Brito se tira de los pelos en su despacho, mientras la cola de proveedores sin cobrar aumenta y aumenta sin solución. Será muy difícil que Coalición Canaria gane las elecciones con este bagaje, aunque sea una situación heredada y todo el mundo lo sepa. Al Puerto le hace falta una intervención urgente del Cabildo y del Gobierno de Canarias. Y el que avisa no es traidor. No sigan prometiendo y no cumpliendo con la ciudad que inventó el turismo en España.