El Partido Socialista ha hecho suyas las informaciones que ponen en entredicho la adjudicación del servicio de hemodiálisis en los hospitales Doctor Negrín de Gran Canaria y José Molina Orosa de Lanzarote por valor de 124 millones de euros, insistiendo en que se trata de un "turbio asunto lleno de conexiones y componendas político-empresariales e incluso familiares que debe desentrañarse", según manifestó ayer el portavoz parlamentario, Francisco Hernández Spínola, que insistió en que incluso parte de la trama "es similar a la del caso Gürtel".

Diversas informaciones han apuntado en los últimos días que la Consejería de Sanidad, bajo la responsabilidad de Mercedes Roldós (PP), modificó las condiciones que se exigían para adjudicar este servicio con el objetivo de que una empresa pudiera presentarse, empresa que pocos meses antes se dedicaba al sector inmobiliario.

No obstante, Spínola reconoció que su partido aún no ha podido examinar el expediente "porque diez días después de haberlo solicitado, Sanidad aún no lo ha facilitado". Por ello pidió al consejero, Fernando Bañolas, que colabore con el Parlamento para aclarar todas las cuestiones referentes al concurso por el que se adjudicó este servicio a la empresa Lifeblood y que, en su opinión, supone "un auténtico escándalo".

A juicio de Spínola, "el hecho de que Sanidad haya reconocido que el pliego de condiciones fue modificado es un dato muy trascendente y relevante, puesto que de otra manera Lifeblood no hubiera sido la adjudicataria final, porque ni contaba con el requisito de la experiencia ni con el de la solvencia necesaria", mantuvo, vinculándola esta sociedad con una de las "empresas durmientes" de "Gürtel".

En este punto, relató la presunta participación de Javier Artiles, "un asesor externo de la empresa pública Gestión de Servicios Sanitarios y de Seguridad de la comunidad autónoma. Mintió cuando dijo que no tenía nada que ver con Lifeblood, porque en el mes de mayo medió con la Caja Insular de Canarias para que esta adquiriera el material para hemodiálisis y se lo arrendara a Lifeblood. Esta conexión la realizó a través de su concuño, Mario Romero Mur, que es miembro del Consejo Social", relató Spínola, para el que este asunto "ya merece, cuanto menos, un reproche ético y moral".