El sindicato de Enfermería SATSE denunció ayer la presión asistencial que padecen los enfermeros de Atención Primaria que, en algunas ocasiones, se tienen que hacer cargo de los pacientes de más de un médico.

Natalia Castro, delegada de SATSE en Atención Primaria, afirmó que si ya de por sí los cupos de pacientes por médico de cabecera son altos, de un tiempo a esta parte se ha agravado la situación para los enfermeros. El motivo es que la contratación de facultativos por parte del Servicio Canario de Salud (SCS), pero no así de enfermeros, ha provocado un fenómeno conocido como "doble cupo". Esto implica que un enfermero se tiene que hacer cargo de más de un cupo porque no hay profesionales suficientes o que el cupo del nuevo médico se reparte entre varios.

"Hay enfermeros que se ven con 4.000 pacientes", asegura Castro, que alerta de que esta situación se ha extendido y que afecta a "prácticamente al cien por cien de Tenerife". En la Isla puede haber "cerca de 60 médicos de Atención Primaria que no tienen asignado un enfermero", añadió.

Sobrecarga asistencial

La delegada de SATSE hace hincapié en que "enfermería no puede seguir trabajando en estas condiciones" porque esta "sobrecarga asistencial" afecta a los programas de educación en salud que realizan estas profesionales sobre "diabetes o hipertensión", entre otras funciones.

La situación se agrava en la época de vacaciones porque "se sustituye hasta donde hay dinero", según Natalia Castro. Los cupos de pacientes de los permisos que no se cubren quedan sin nadie, por lo que el resto de enfermeros "tienen que hacerse cargo del compañero que no está".

La delegada del SATSE quiere dejar muy claro que no está en contra de que se contraten facultativos o cualquier otro profesional que ayude a mejorar la atención en la sanidad pública, pero reivindica que también se amplíe la plantilla de enfermería para poder hacer frente al trabajo.

Recuerda que una enfermera de Atención Primaria realiza análisis, pruebas para detectar problemas hematológicos, lleva el programa asistencial para pacientes crónicos (que implica realizar un seguimiento: tomar la tensión, medir la glucemia, el pulso...). Además, tiene que atender la demanda que llegue urgente, que puede englobar "un pinchazo, una cura", a parte de las que ya tiene programados. A todo esto se añade el desplazamiento al domicilio de los pacientes que no pueden ir hasta el centro de salud.

Natalia Castro asegura que han pedido que se ataje esta situación "por activa y por pasiva" y que han expuesto este problema en varias ocasiones en mesa sectorial sin obtener ninguna solución.

Alude a los acuerdos de 2007, en los que la Consejería se comprometió a reducir los cupos de Atención Primaria hasta las 1.500 personas por médico. Sin embargo, estos acuerdos no se cumplieron por la irrupción de la crisis económica, dijo, y la situación se ha ido agravando según ha pasado el tiempo.

Si los médicos se quejan del exceso de cupo, argumenta Castro, los enfermeros están desbordados al tener que atender más de uno.

Las denuncias de unos y otros hablan de cerca de 1.800 pacientes por facultativo.

Este periódico consultó ayer los términos de esta denuncia realizada por el sindicato SATSE con la Consejería de Sanidad, pero, al cierre de esta edición, no obtuvo respuesta.