El Baskonia-CB Canarias en la prensa

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PERIÓDICO NOTICIAS DE ÁLAVA

Fantasmas ahuyentados

EL BASKONIA SE SACUDE LOS NERVIOS DEL DEBUT COPERO CON UNA PLÁCIDA VICTORIA ANTE UN IBEROSTAR DESTROZADO POR SHANE LARKIN

OSCAR SAN MARTÍN ALEX LARRETXI/JORGE MUÑOZ

Para abrir boca en la Copa, un triunfo sufrido pero también convincente que ahuyentó de raíz los peligrosos fantasmas que se cernían sobre el Baskonia antes del pistoletazo de salida. Sin poder respirar tranquilo hasta prácticamente el bocinazo final, domó con cierta suficiencia a un Iberostar siempre a remolque y que acabó rindiéndose a la magia de Larkin, un demonio que se colocó la capa de héroe en el epílogo con un repertorio fabuloso. Pese a la presión existente sobre sus espaldas, las dudas que estaba generando su rendimiento en los últimos tiempos o la inesperada irrupción en las filas chicharreras de Grigonis, un excelente proyecto de jugador, el cuadro vitoriano cumplió la parte de guión que le tocaba. Amarrado el objetivo mínimo, se abre el cielo en busca del ansiado séptimo entorchado copero. El Real Madrid, verdugo del Andorra tras una prórroga milagrosa rubricada por Randolph, espera en la antesala de la final.

Vendió cara su piel la revelación liguera, pero el Baskonia manejó con eficacia los tempos de un partido teñido de color azulgrana desde la recta final del primer cuarto. Siempre por delante en el electrónico y sostenido por el veneno de Larkin, facturó una victoria imprescindible para liberarse mentalmente. Terminó reinando el más necesitado y el equipo con mayor pegada porque el Iberostar, con sus limitaciones y sensibles ausencias, dejó bien claro que su presencia en el Buesa Arena no ha sido fruto de la casualidad.

Si evitó la formación alavesa cualquier conato de rebelión fue gracias a una furia incontenible en el timón que incendió la contienda en el último cuarto con sus volcánicas penetraciones y sus misiles exteriores. Los 17 puntos del norteamericano en este intervalo supusieron una bocanada de oxígeno para un Baskonia cuyos tirones siempre encontraron una oportuna respuesta en el Iberostar. Nunca le perdió la cara al partido la afinada orquesta dirigida por Vidorreta en un partido de elevadas revoluciones, el escenario ideal para el anfitrión y donde se maneja con más comodidad por las características de sus purasangres.

DIEZ MINUTOS PARA ENMARCAR

El técnico vizcaíno no pudo esquivar esta vez el intercambio de golpes. En ese terreno tan poco movedizo, creció de forma exponencial la figura de Larkin, incansable a la hora de desfigurar el rostro de los insulares. El solo se bastó para tapar algunas grietas dentro del entramado azulgrana como la poca consistencia de un desconocido Voigtmann, la intermitencia de Beaubois o, un día más, la ineficacia de un Bargnani incapaz de remontar el vuelo en Vitoria. El italiano volvió a adoptar un papel testimonial en su línea de toda la temporada.

El Baskonia se sacudió desde el inicio los nervios inherentes al duelo inaugural copero. Con un alto ritmo, buenas dosis de acierto exterior y una defensa por momentos poderosa, supo contrarrestar a su bestia negra de los últimos tiempos. Pese a las diferentes defensas puestas en práctica por su técnico, el Iberostar careció de su habitual rigor táctico y en varias fases también algo de convicción en sus posibilidades. No le iba tanto la vida en el encuentro como al acuciado anfitrión, obligado a imponer la lógica y acreditar la superioridad derivada de una plantilla muy superior.

Volvió Larkin de la lesión y simplemente con ello el Baskonia recobró una versión más reconocible. Letal tanto en el plano anotador como a la hora de alimentar a sus compañeros, el eléctrico base estadounidense -sin ningún tipo de secuelas del esguince sufrido la semana pasada- marcó a la postre la diferencia. Su último cuarto resultó para enmarcar. Fue un dominio aplastante que dejó en un segundo plano la exhibición de Grigonis, indefendible para los exteriores de Sito Alonso.

El descarado lituano prolongó el fino halo de vida de un Iberostar que siempre hizo la goma y no llegó a meter en ningún momento el miedo en el cuerpo pese a su entusiasmo. Richotti ingresó como solución de emergencia en el último cuarto, pero su inactividad se dejó sentir sobre la pista alavesa. Para tranquilidad del Baskonia, surgió la figura inconmensurable de Larkin para evitar males mayores. Por algo retumbaron con fuerza los gritos de MVP cuando se retiró al vestuario convertido en el gran triunfador.

PRENSA2.

EL CORREO

El Baskonia libera la tensión del debut

Iberostar - Baskonia

Más enérgico, el anfitrión accede a las semifinales después de agarrarse a Larkin en el cuarto final para conservar ventajas y quebrar la resistencia tinerfeña

CARLOS PÉREZ DE ARRILUCEA

Primer objetivo cumplido, la meta mínima para ahorrarse dramas y desilusiones. Con nervios y tensión después de emplearse a fondo para tumbar a un oponente de una capacidad combativa encomiable, pero conectado a la Copa del Rey en un Buesa Arena que mantiene intacta la esperanza de un título. El Baskonia ya está en semifinales, el espacio en el que debe estar, el mismo que le imponían los pronósticos por potencial e historial. Atrás queda el Iberostar Tenerife, ordenado y trabajador como pocos, sacrificado y capaz de aferrarse al resquicio por mínimo que sea para mantenerse en el partido. Siempre dispuesto a deshacerse a cada acometida vitoriana, pero finalmente rendido.

La Copa es un torneo de emociones instantáneas y extremas. El conjunto azulgrana liberó la tensión del debut y sobrellevó el peso del favoritismo para obtener un triunfo que sabe a calma hasta la tormenta que le espera en semifinales. Mientras, los hombres de Vidorreta se ven obligados a tomar el vuelo de vuelta a casa. El anhelo de la sorpresa hecha añicos en la jornada inaugural. El pobre masca la rabia y el opulento libera tensiones y da un profundo suspiro de tranquilidad.

La Copa y su reverso amargo para los tinerfeños, rendidos a la nobleza de un Baskonia efectivo en el capítulo inicial de uno de los momentos cumbre de la temporada. El plantel azulgrana sigue su camino hacia la cima con primer aspirante a MVP, Shane Larkin. El estadounidense dejó a un lado el esguince de tobillo para liderar a un equipo más conectado, tenso e impreciso por momentos, pero con un nivel de energía superior al desplegado en los últimos choques. Era obligado un punto y aparte a un último mes de sinsabores y el examen concluyó con nota aceptable.

Nadie enmarca un primer partido copero, pero es el escalón inicial hacia la gloria, el mismo que casi se olvida cuando toca sumergirse en la siguiente etapa. Se controlaron los nervios y quedó en la taquilla cualquier rescoldo de negatividad, justo lo que pedía un Sito Alonso que esgrime el optimismo y el pensamiento positivo en tiempos de marejada. El plantel vitoriano trató de salir a morder, un tanto más fiero que en fechas precedentes, aunque se topó con un oponente para nada acomplejado por la magnitud del acontecimiento ni la fortaleza del anfitrión.

Suficiente equilibrio

Al final, el Baskonia encontró el equilibro adecuado para no quedarse a expensas del acierto de manera exclusiva. Larkin fue el látigo castigador que salvaguardó las ventajas en el último cuarto, pero los vitorianos también supieron impulsarse en los cuartos previos a través del trabajo subterráneo de Kim Tillie e Ilimane Diop, los chispazos de Chase Budinger y la efervescencia de Rodrigue Beaubois. Eso sí, no hubo opción al paseo o la distención frente a un Iberostar Tenerife tenaz, pletórico de fe y orden en las facetas más crudas del juego, pero que naufragó en el arte mayor de este deporte, anotar. Toda la temperatura que los canarios fueron capaces de generar en disciplinas como la defensa o el rebote ofensivo terminó cayendo hasta la congelación ante lo paupérrimo de su carta de tiro triple. Un escaso 7 de 33 desde más allá del arco (21 %) cercenó todos sus intentos de tomar la alternativa en el marcador.

Primordial para mantener la pujanza ofensiva, la puntería desde más allá de 6,75 sonrió a un Baskonia de nuevo perimetral, pero también con paciencia y criterio para encontrar tiros liberados hasta firmar un pletórico 11 de 24 (46 %). El plantel insular fue casi siempre un rival agazapado dispuesto a saltar a la yugular, pero también trastabillado en sus intentos debido a la noche negra de sus baterías triplistas.

La figura

Y para alejar temores a un fiasco dramático en la sesión inaugural copera, el Baskonia contó con un seguro de vida de primer orden en la persona de Larkin. Tras comandar en la dirección durante tres cuartos de partido, el base de Cincinnati mutó en un anotador total en la entrega final, a cuyo arranque había llegado en ventaja con un 61-55. Cuando los problemas asomaban con la cuarta falta de Hanga y el acercamiento tinerfeño tras una canasta de Bogris (65-59, minuto 33), se sacó de la manga una penetración acrobática coronada con un 2+1 y una puñalada doble que reabrió la brecha (70-59, minuto 34). Cuando dos canastas consecutivas de Abromaitis y un triple de Grigonis daban forma a una nueva oleada insular (70-63, minuto 35), Larkin volvió a acudir al rescate, apoyado esta vez por Beaubois para devolver el color al Baskonia con un 80-68 a tres minutos del cierre.

El duelo aún guardaría un último susto para los azulgranas, con un parcial de 0-6 que situaba el marcador en un 83-77 con un minuto y 21 segundos por consumir. Fue un nuevo acercamiento que pudo sembrar la inquietud, disipada por Hanga desde la línea de tiros libres en un Buesa Arena convertido en una fiesta, jubiloso después de contemplar un ejercicio de efectividad de un equipo que ayer dejó a un lado las dudas de los últimos tiempos para recuperar la seriedad. Sin apagones graves aunque también con algunas lagunas y jugadores como Laprovittola o Voigtmann un tanto tensos en su puesta de largo copera.

El torneo sigue abierto para los locales. El triunfo ante el Iberostar permitió soltar los nervios para saltar las trampas de cuartos de final. La semifinal queda servida para mañana con el Baskonia plenamente sumergido en la atmósfera copera. El sueño de la séptima sigue vivo.

Titulares en los medios tinerfeños

EL DÍA

El Iberostar tuteó a todo un Baskonia

Los tinerfeños se volvieron a topar con la barrera de los cuartos de final de la Copa del Rey Larkin y Hanga, con 26 y 16 puntos, respectivamente, maniataron a un conjunto de Vidorreta que tuvo en Grigonis (23) y Bogris (18) a sus mejores artilleros.

LA OPINIÓN

El Iberostar muere en la orilla

El cuadro lagunero cae ante el Baskonia tras ir siempre a remolque, pero mostrando los arrestos suficientes para no bajar los brazos hasta el último suspiro

DIARIO DE AVISOS

El Baskonia deja fuera de la Copa al Iberostar Tenerife

Un gran último cuarto de Shane Larkin, con 17 puntos en ese periodo, metió al Baskonia en las semifinales de la Copa del Rey de Vitoria al vencer por 90-81 al Iberostar Tenerife