«Tres mejor que dos», por Cristo Hernández

la bombilla.

SECCIÓN: La bombilla

AUTOR: Cristo Hernández

TÍTULO: Tres mejor que dos

 

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Ni el oráculo de Delfos, ni la bola de cristal de la bruja Avería hubieran sido más certeros a la hora de pronosticar el presente arranque de temporada del CB Canarias.

Tres mejor que dos. Porque nadie ajeno a la plantilla podía imaginarse a los Doce de Vidorreta asaltando la banca de Siete Palmas ni aguando la celebración supercopera a nuestros hermanos cestistas de la isla de enfrente. No después de la gran pretemporada realizada por los canariones ni del hito histórico alcanzado en la arena de Vitoria.

La victoria de los Doce ante Obradoiro entraba ya en el guion, como la posterior ante los sevillanos del Real Betis, menos de cuarenta y ocho horas después. Si increíble pudiera resultar este arranque, no menos alentador resulta la diferencia anotadora con que se han consumado los hechos, en las tres ocasiones por encima de los diez puntos y con una diferencia media, en los tres partidos, de 16 puntos.

Ni qué decir sobre el nivel de juego exhibido sobre el parqué por los tinerfeños (alabado por la prensa nacional), las ganas y motivación de los jugadores y hasta el feeling que se ha creado en el lapso de dos días entre plantilla y afición. ¿Todo obedece a algún tipo de conjunción planetaria que ni los más avezados malabaristas del PRONOS alcanzan a entender? No lo creemos.

Estas cosas suelen ser fruto del trabajo, como todo en la vida. En su obra “Trabajos y días”, el historiador griego Hesíodo concluye que el trabajo es el destino universal del hombre y que sólo aquel que esté dispuesto a trabajar podrá con él. Estamos de acuerdo con el profeta heleno. Y a buen seguro que Txus Vidorreta custodia con celo un ejemplar de su obra sobre la mesilla de noche como lectura de cabecera.

Cada partido del CB Canarias ha sido un calco del anterior: inicios trastabillados para poco a poco ir apoderándose del marcador, como quien no quiere la cosa, y terminar imponiéndose con inesperada holgura. Ocurrió ante Obradoiro y volvió a suceder el pasado domingo ante el Real Betis Energía Plus (96-74).

Los aurinegros comenzaron el partido dando de nuevo la de cal, fríos y con numerosas imprecisiones. Los sevillanos lograban coger ventaja en el marcador en los primeros minutos, especialmente por las acciones de Bostjan Nachbar y Kenny Chery que contaban sus tiros por aciertos, sobre todo del primero que sumaba de tres en tres.

Los locales soportaban la avalancha anotadora de los sevillanos, respondiendo bajo los aros donde el visitante Luka Zoric empezó imponiéndose para terminar poco a poco diluyéndose por la implacable intervención de nuestras dos torres, Vázquez y Bogris.

El primer cuarto fue para los verdiblancos pero a partir del segundo la maquinaria anotadora de los aurinegros empezó a engranarse con mayor fluidez que ante Obradoiro. Beirán volvía de nuevo a hacer de las suyas, pero sobre todo Davin White se convirtió en la pesadilla de la defensa visitante anotando desde el 6,75 y “rompiendo cinturas” en sus entradas a canasta.

Tras el descanso, los Doce de Vidorreta no le perdieron la cara al partido y empezaron a cobrar las primeras diferencias importantes en el marcador. A la fiesta de Beirán y White empezaron a sumarse San Miguel primero, luego Doornekamp y, finalmente, Grigonis que había empezado con mal pie el partido pero que enderezó su rumbo anotador en el último cuarto en el que encabezó la fuga final en busca del minuto cuarenta. Todo el mundo parecía entonado, en ataque y en defensa, donde Abromaitis parece llamado a desempeñar una labor más callada, pero no menos importante, durante esta temporada.

Los de Zan Tabak no tuvieron respuesta para el vendaval ofensivo de los aurinegros. La defensa local ajustó sus marcas sobre Nachbar y Chery que ya no anotaban con tanta facilidad, sobre todo el jugador esloveno, que se fue al banquillo para regresar, incomprensiblemente, cuando ya todo el pescado estaba vendido. El sello y la firma en el acta arbitral los pusieron Bassas y Niang “Petit” con un alley-hoop sobre la bocina.

Con este record de victorias el CB Canarias iguala el arranque de la temporada 2014/2015 y se sitúa en cabeza de la tabla clasificatoria compartiendo asiento con el Dominion Bilbao Basket. A partir de ahora empieza un largo periplo por tierras peninsulares (próximo partido ante Divina Joventut) y europeas (el 18 se enfrentará en Croacia a la histórica Cibona) que los llevará a disputar hasta tres partidos semanales con largos viajes de por medio.

Si son capaces de superar esta batalla contra los elementos, la armada aurinegra está llamada a protagonizar otro de los grandes capítulos del baloncesto tinerfeño. Mimbres hay para ello.

¡Vamos Canarias!