«El camino de la pasión», por Cristo Hernández
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SECCIÓN: CRÓNICA AMARILLA
TÍTULO: El camino de la pasión
AUTOR: Cristo Hernández
«El Iberostar Tenerife culminó su semana de la pasión con una victoria (91-56) ante el Laboral Kutxa Baskonia después de un triduo pascual de derrotas consecutivas ante Unicaja Málaga, Morabank Andorra y UCAM Murcia.
Está visto que para alcanzar la gloria de la resurrección hay que sufrir, no es un camino fácil, como así intenta demostrar esa magnífica imaginería artística que recorre las calles de pueblos y ciudades de España durante el callado periodo de la Semana Santa.
Como en otras facetas de la vida, en el deporte todo éxito viene precedido de grandes sacrificios cuyo origen está en el trabajo y en el esfuerzo y dedicación diarios. El Iberostar Tenerife es precisamente uno de esos equipos que lleva estampada con sudor entre la propaganda de sus camisetas la palabra TRABAJO.
Sin embargo, las dos rachas significativas de derrotas cursadas durante esta temporada han venido tras sendos parones festivos: las Navidades y la semana de la Copa del Rey de Gran Canaria. Es decir, que los tinerfeños desconectan rápido y luego les cuesta horrores recuperar el ritmo competitivo.
Habrá que repasar el diario de a bordo y recalcular la hoja de ruta para ajustar lo que haya que ajustar para la próxima temporada, ya salvada la categoría con la duodécima victoria.
Traspiés aparte, la victoria de los canarios ante el Laboral Kutxa ha vuelto a inscribir un nuevo récord en su particular libro guinnes de la ACB merced a esa escandalosa diferencia de 35 puntos infligida a su rival del domingo pasado en Los Majuelos.
Y eso hay que celebrarlo: de ahí que se le haya dado a los jugadores dos días de descanso (de pascua de resurrección) hasta el próximo miércoles en que retomarán los entrenamientos. Esperemos que a la tercera sea la vencida y que esta vez no haya recaída.
El encuentro del domingo fue memorable no sólo por el récord guinnes, sino por el juego (fiel a su estilo) exhibido por el conjunto de Alejandro Martínez, basado en la tenacidad en defensa y las rápidas transiciones de ataque, incluso tras canasta recibida.
El equipo de Ibón Navarro fue un burdo espejismo de su alter ego de la competición continental. Desde un principio exhibieron desmotivación y desgana, como si la cruz europea les pesara demasiado a estas alturas de la temporada, hecho que su entrenador se esforzó en desmentir con una sonora y afectada bronca ante los medios de comunicación, en la que invitó a los suyos a pasar por la capilla del club a purgar sus pecados.
Los vascos apenas aguantaron un cuarto con el sustento del juego interior, especialmente de la mano de Begic que pronto perdió fuelle y no volvió a aparecer más en todo el partido. A partir del segundo cuarto el Santiago Martín asistió a un festival de baloncesto desvirtuado en parte por la poca resistencia que ofreció el equipo baskonista, un cordero con piel de león que fue sacrificado prematuramente ante la estupefacción de algunos y la euforia de la mayoría.
Hasta seis jugadores aurinegros alcanzaron o sobrepasaron los diez puntos. Y los catorce de valoración. Mención especial merece Levi Rost, que en algún medio escrito insular ya lo daban por muerto en la víspera.
Tal vez la del de Michigan sea la fiel imagen de ave fénix que viene exhibiendo el Iberostar Tenerife durante esta temporada: un constante renacer de sus cenizas.
¡VAMOS CANARIAS!
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