«Regalo de Reyes», por Cristo Hernández
SECCION: CRÓNICA AMARILLA
TITULO: Regalo de Reyes
AUTOR: Cristo Hernández
«Al Palacio Municipal de Deportes de Badalona llegaron los Reyes Magos antes de las campanadas de fin de año para entregar a la afición aurinegra el oro, incienso y mirra de la mediocridad.
A falta de diecisiete segundos para finalizar el encuentro, el Iberostar Tenerife cayó derrotado (88-85) ante el FIATC Joventut en un partido intenso al que los aurinegros renunciaron tras un tiempo muerto solicitado por su preparador, Alejandro Martínez, que convenció a sus jugadores para que bajaran la guardia y protegieran el average del no sé qué.
¿Se puede ganar un partido que vas perdiendo de cinco puntos a falta de diecisiete segundos para que éste finalice? En el catón del baloncesto se narran historias mucho más épicas. Esa no es la pregunta a la que hay que contestar. Eso es lo de menos: la victoria o la derrota.
Aquí la pregunta pertinente es si un entrenador debe aleccionar a sus jugadores en un tiempo muerto (como así pudo ver toda España por televisión) para que se conformen con no perder por demasiada diferencia cuando llevan casi cuarenta minutos partiéndose el lomo por la victoria.
Somos conscientes que como telón de fondo se encuentra la Copa del Rey, los famosos averages particulares, etc. Pero este tipo de discursos en el deporte no conducen a ninguna otra parte que a las tierras baldías del conformismo y la mediocridad que no debe ser precisamente el estandarte que debería ondear en la sede del CB Canarias después de setenta y cinco años de Historia.
La plantilla de jugadores que se ha confeccionado para esta temporada se merece algo más que un average y una lucha por la permanencia. Hay mimbres para mirar más arriba. Este juego no va sólo de presupuestos y talonarios como así demuestran cada semana sobre el parqué.
Y como ejemplo tenemos al rival del domingo pasado, el Joventut de Badalona, un equipo que hace unas temporadas estuvo al borde de la quiebra, pero que ayer demostró, de la mano de Salva Maldonado, que el espíritu y el tesón son a veces suficientes para estar donde están después de trece jornadas: entre los cuatro mejores de la liga y clasificados de oficio para la tan mentada Copa del Rey.
El partido de ayer fue un partido de una gran intensidad, tanto defensiva como ofensiva: de juego espectacular, pero también de grandes errores como los evidenciados por ambos equipos desde la línea del tiro libre. Cuando se falla tanto desde esta posición del campo es que algo está pasando más allá de esa línea y la respuesta no es otra que la intensidad del juego: no se tira con la misma frescura física ni mental. O eso o hay que hacer más abdominales y carrera continua.
La primera parte, sobre todo, mostró a dos equipos a los que les va la marcha: juego desenfadado sin renunciar a la dureza defensiva, de gran rapidez y de posesiones cortas que favorecieron que ambos equipos alcanzaran la cincuentena de puntos al descanso.
El Iberostar Tenerife dominó el rebote (entre Sikma y Sekulic acapararon 23 rechaces), pero le faltó más equilibrio en ataque entre el juego interior y el exterior. En determinadas fases nos obcecamos metiendo balones en la zona que los verdinegros supieron contestar con una gran defensa sobre nuestros pivots, especialmente por parte de Sitapha Savané, que demostró que 36 años no es nada, qué febril la mirada, etc.
Al final cambiaron las tornas y se intentó resolver por la vía contraria, a través de lanzamientos triples que tampoco consiguieron horadar el aro local, que se vio asediado en el último minuto y medio hasta con cuatro posesiones consecutivas de los aurinegros que pincharon en hueso hasta que llegó el fatídico tiempo muerto a falta de 17 segundos.
El CB Canarias no es un club novato de ACB. Lleva tres temporadas ininterrumpidas disputando la que se supone que es la mejor liga europea de baloncesto y segunda mejor del mundo. El CB Canarias es club fundador con 75 años de historia y su experiencia y resultados a lo largo de esta travesía no son fruto de la casualidad.
Este club debió aspirar a todo desde el momento en que puso de nuevo el pie en la tierra prometida de la ACB y desde su sede deben crear ilusión y no hacernos creer el discurso facilón y mediocre del average y de la salvación que solo conduce al estancamiento, la endogamia y el nepotismo.
Aquí jugamos todos y no hay nadie imprescindible. Feliz año a todos.
¡VAMOS CANARIAS!
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