Clemente Mesa tiene 22 avales de los 29 asamblearios

01/11/2010 Agustin Arias

AGUSTÍN ARIAS, S/C de Tfe.
Clemente Mesa Curbelo tiene el 99% de opciones de continuar cuatro años más al frente de la Federación Canaria de Baloncesto. Una vez celebradas en las distintas islas las elecciones a la Asamblea, el dirigente nacido en Arafo contará con al menos 22 avales de los 29 posibles.
El proceso electoral hace que mañana tomen posesión los 29 asamblearios con derecho a voto –árbitros, entrenadores, deportistas y clubes–, para procederse al plazo de presentación de candidaturas a la presidencia (3 al 9). De haber más de un aspirante la votación será el día 20.

Los clubes elegidos.– Un total de 18 son los clubes, que se dividen entre cinco insulares: Tenerife (9), Gran Canaria (4), Lanzarote (2), La Palma (2) y Fuerteventura (1). Esta es la relación: Hogar Escuela, Nuryana, Náutico, Canarias, CB Luna Adeje, Santa Cruz, Realejos, Juventud Laguna y Uni Tenerife (Tenerife); Heidelberg, Islas Canarias, CB Tambara y Ebellasco (Gran Canaria); Ariagona y Magec Tías (Lanzarote); Dominicas La Palma y Aridane (La Palma); Los Toscones (Fuerteventura.

Los cinco jugadores/as.- Por Tenerife salieron elegidos: Amparo Ramos y Susma Rodríguez; por Gran Canaria está Eva Montesdeoca; Aday Villalba, por Lanzarote, y Tomás Rodrigo (Fuerteventura). Sorprendentemente en La Palma no se presentó ningún deportista.

Tres entrenadores.– Se presentaron seis para tres plazas, siendo los más votados: Apeles Díaz (79), Carlos Olano (60) y Cristopfer Díaz (54). Se quedaron fuera: Pedro Cazorla (39), Gustavo Vega (36) y Domingo Díaz (34).

Tres árbitros.– Cuatro candidatos para tres plazas, con abrumadora superioridad de Juan Carlos Carballo (85), Eduardo Aguiar (83) y Jonay del Castillo (81). Javier González se quedó en 49 votos.
Según pudo saber BASKETMANÍA/ EL DÍA, en Tenerife se creó una plataforma entre los colegiados y oficiales de mesa para tratar de impedir que el poder establecido tuviera continuidad, pues la misma considera que hay que recuperar el nivel de compañerismo de antaño.