Hopkins: «Gracias por todos estos años en los que he jugado en España»
Después de acabar la universidad en 1996, fue drafteado en la posición número tres de la ya desaparecida CBA, por los Yakima Sun Kings. Después de eso, quiso cambiar de vida y dar el salto a Europa para seguir viviendo su sueño. Cambió el frío Washington, estado donde estaba vinculado su anterior equipo, por Gran Canaria: «esa fue mi primera vez que estuve en España, pero también fue mi primera experiencia fuera de Estados Unidos». Era el equipo de John Morton, Berni Hernández, Burditt, Clifford o Tamames. Al pívot de Maryland le cuesta recordarlo porque fue hace mucho tiempo, «pero aunque todo era nuevo, el club, la cultura, el país o la gente… se me hizo muy confortable. Gran Canaria es uno de los sitios más bonitos en los que he estado en España. Recuerdo los fines de semana con ese clima…»
Y aunque las Islas Canarias fueron el lugar del desembarco, «Valencia es mi segunda casa, tengo muchísimos recuerdos, mucha gente y muchos amigos. Allí he tenido muchos entrenadores (Vukovic, Luís Casimiro y Paco Olmos), y he jugado con muchos compañeros como Nacho Rodilla, con quien tengo una buena amistad».
Su principal objetivo ha sido siempre llevar a su equipo a lo más alto, y en Valencia pudo hacer cosas grandes. «No solo bastaba con jugar torneos europeos, también pudimos ganar alguno. Teníamos buenos jugadores y trabajamos duro para hacernos un nombre». Cabe recordar que con el entonces Pamesa fue dos veces subcampeón de la Copa Saporta, subcampeón de la Copa del Rey, subcampeón de la ACB y campeón de la ULEB Cup en 2002-2003.
Tras una década afincado en la ACB, el estadounidense tuvo un nuevo reto: Jugar en la LEB Oro con el GBC. Pero ese descenso de categoría no supuso un problema para él, ya que «estaba seguro de que con ese equipo volvería a la ACB. El objetivo siempre ha sido el mismo, poner al equipo en lo más alto». Y así fue, al año siguiente cumplió lo que deseó a principios de la temporada 2007-2008.
Y para terminar, el Blusens Monbus, equipo al que ha ayudado sin pensárselo dos veces. La consecuencia ha sido que el club retirará su camiseta a final de temporada. «No he jugado tanto tiempo aquí, por lo que solo puedo estar agradecido y decir gracias».
Bernard Hopkins jugó con el 4 en Santiago de Compostela y será ese el número que retirarán al final de la temporada. Pero Robbie Hummel, jugador al que sustituyó el de Baltimore y que una vez recuperado vuelve a la plantilla, también juega con el mismo número. «No es un problema para mi, estoy muy feliz por este gesto», contesta el jugador.
Para terminar, Hopkins se ha sometido a un nostálgico test donde ha recordado los diferentes lugares donde ha residido y circunstancias que nunca olvidará:
Aún no sabemos si es un adiós o un hasta luego, pero Bernard Hopkins, como siempre muy agradecido, tenía un claro mensaje que enviar a todos: «Gracias a la gente de España y a los clubes por todos estos años en los que he jugado en este país. ¡Gracias!»
Álex Conde
ACB.COM