El análisis de la FEB a los «play-off»

Miguel Panadés

La cuenta atrás ya se ha iniciado y tanto jugadores como entrenadores se preparan, física, táctica y, sobretodo, psicológicamente para afrontar el gran reto final de la temporada. Los Playoff de ascenso.

Rendidos los honores al campeón CAI, es ahora el Melilla quien asume el papel de favorito por su condición de segundo clasificado, de campeón de la Copa Príncipe, dos razones que le colocan como cabeza de serie y beneficiario de la ventaja del factor pista en este y los hipotéticos siguientes cruces. Melilla recibirá a la gran revelación de la liga, al equipo que se ha metido entre los nueve primeros desafiando todos los pronósticos. Un Sant Josep que buscará la sorpresa, que intentará aprovechar ese estado de menor tensión con la que se vive la primera de las posibles cinco citas. Sí porque el primer partido de una serie suele ser el más peligroso para el que juega como local, porque el público todavía no está metido al cien por cien, porque el rival llega sin demasiada presión… Razones todas ellas que conocen bien tanto unos como otros, tanto los favoritos como los que llegan casi con la sensación del deber cumplido. “Intentaremos sorprenderlos en el primer partido” afirmaba un Borja Comenge que tiene en sus filas un veterano incombustible como Middleton que, de citas de este tipo, ha vivido más que seguramente todos los jugadores de ambos equipos juntos.

En Menorca el ambiente que se preparara para afrontar el primer asalto es el que se ha vivido durante prácticamente toda la temporada incrementado por el hecho de que ahora sí, es el todo o nada. Ya no tiene más opciones el conjunto de Paco Olmos que ser capaz de dar lo mejor de sí mismo y eso lo deberá demostrar ante un Leche Río Breogán que ha llegado a los playoffs sin hacer ruido pero que se ha convertido en uno de los posibles «outsiders» de las eliminatorias.

Máxima ilusión también en La Laguna donde a lo largo de la temporada y de forma merecida los de Alejandro Martínez se han ganado el derecho a estar entre los mejores, a ser considerados claros candidatos al ascenso ya que, por méritos propios, han sido capaces de estar ubicados en los puestos altos de la clasificación ofreciendo además una sensación de solvencia, de saber estar, de experiencia y calidad suficiente como para competir de tú a tú con los mejores. En frente nada menos que un León que siempre está haciendo gala a su trayectoria, al nombre de un club acostumbrado a estar en élite. Un León que sabe de la importancia de conseguir arrancar una victoria en La Laguna consciente del ambiente que se crea en la Isla cuando en juego hay algo tan importante como un ascenso.

Por último, el Playoff en teoría más equilibrado, el que enfrenta a quinto y sexto clasificados con Ford Burgos y Cáceres 2016 midiendo fuerzas equilibradas por calidad, por experiencia. Sobre el parquet jugadores acostumbrados a vivir grandes momentos, entrenadores como Casadevall y Aranzana curtidos en mil batallas y que han convertido ambos equipos en conjuntos ambiciosos, sólidos en ataque y defensa, capaces de competir al máximo nivel contra cualquier rival que se ponga delante.

Playoff de permanencia

La emoción, el drama, la ilusión también se vivirá en el polo opuesto de la competición, en unos Playoff de permanencia que para nada son aconsejables para la salud de sus entrenadores, ni tampoco de sus directivos pero que serán vividos por jugadores y también por aficionados como una experiencia extraordinaria. Llegan “los deportes de aventura” con dos equipos catalanes disputando una terrible serie a cinco partidos con el castigo del descenso para el perdedor y de la salvación para el ganador. Ahí, el factor emocional, la gestión de las emociones, del miedo, puede ser decisivo a la hora de conseguir un objetivo que, quien los consiga, lo celebrará como si hubiese ganado un título.