Fotios Lampropoulos, una estrella en el Boca argentino

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Entrevista de Leandro Fernández

En una nueva edición de “La entrevista de la semana”, una charla con Fotios Lampropoulos, ala pivote de Boca Juniors. El griego, de 33 años, analiza la situación crítica que vive el equipo, cuenta sobre su vida en el club y en el país, recuerda sus comienzos en el básquet, hace un repaso por su carrera y valora a nuestra Selección: “Logró cosas que otras, con más estrellas, no consiguieron”.

-¿Cómo analizas este presente de Boca y las complicaciones para escapar del fondo de la tabla?
-Estuvimos peleando ahí durante todo el año. Hemos perdido varios partidos por pocos puntos y estando cerca en el marcador, pero con la llegada de (Carlos) Delfino recibimos una gran ayuda y nos soltamos un poco. Se vienen los últimos partidos y esperamos salir de esa posición para terminar el año de la mejor forma posible.

-Cuando comenzó la temporada, ¿pensaban que tenían equipo para otra cosa?
-Yo no conocía mucho la Liga. Empezamos ganando algunos partidos, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que los americanos no estaban jugando bien, ni tampoco jugaban muchos minutos. Y en algún momento necesitábamos una ayuda de algún lugar. No sé, la llegada de otra gente o algo más.

-¿Por qué creés que se les complicó tanto?
-El tema de los extranjeros fue un motivo. Cuando no tienen mucho conocimiento y recién llegan a la competencia, todo se hace mucho más difícil. Y una vez que empezás a perder, entrás en una dinámica de la que se hace complicado salir.

-¿Es muy estresante tener que jugar para mantener la categoría?
-Estos últimos meses fueron mucho más duros, porque sabés que no te queda otra que pelear y ganar como sea para escapar de esa situación.

-¿Cómo les impactó la llegada de Carlos Delfino?
-Necesitábamos un jugador así, con su experiencia y calidad. La verdad es que nos da una gran mano, y si lo hubiéramos tenido antes hubiese sido genial. Jugar con él es un placer, porque hace todo sencillo. El básquet es fácil, hay que entender primero el juego que lo demás viene.

-Boca es un club de gran dimensión, en el país y a nivel mundial. ¿Cómo es estar en un club así?
-No conocía mucho, pero de a poco fui aprendiendo más de su historia. En el mundo todos saben lo que significa para el fútbol, y en cuanto al básquet también es muy grande. Es un club muy lindo, con mucha gente que viene a ver los partidos y se emociona. Así que queremos salvarnos para la gente, para que estén tranquilos.

-¿Sos de mirar fútbol? Porque en ese sentido, Boca es un gran atractivo para el extranjero.
-Sí, de hecho fui a La Bombonera y es muy lindo. En Europa he ido a otras canchas, y acá es distinto, sobre todo por la parte de la gente, donde se vive una fiesta. Quizás tiene de malo que te tiran algo en la cancha (risas), pero acá nadie se va antes, cantan todos hasta el minuto 90. Se vive de forma especial.

-¿Qué te llevó a elegir Argentina en estos dos años, contando aquel breve paso por Ferro?
-Estaba en Grecia y había terminado la liga, y salió la oferta, conocía a algunos jugadores de Argentina, les pregunté un poco como era, entendía el idioma y no encontré mayores problemas.

-¿Qué te pareció la Liga respecto a otras que conozcas?
-Es una Liga que tiene muchos más partidos que en Europa, con buenos jugadores, tanto nacionales como extranjeros. Hay diferencia con otras de Europa, pero es de muy buen nivel.

-Y desde lo cultural, ¿cómo es vivir en un país como el nuestro? Porque además te tocó una ciudad importante como Buenos Aires.
-Sin dudas. Buenos Aires es enorme y tiene de todo, y en Europa hay ciudades más chicas. Hay diferencias, desde las comidas hasta las costumbres. Pero en líneas generales no tuve problemas para adaptarme.

-¿Cómo empezó el básquet en vos?
-Comencé desde pequeño en mi ciudad, en Patras (Grecia), cuando tenía 12 años. Y después de mi trabajo en juveniles, cerca de los 20 ó 21 años me fui a España. Allí me quedé y estuve bien, porque la manera de jugar encajaba conmigo, me enganché.

-¿Con qué objetivos empezaste a jugar, con qué soñabas?
-Al principio jugaba por diversión, pero después entendí que lo quería de manera profesional, y empecé a trabajar más, a dedicarle más horas adentro de la cancha. Me gustó, me fui solo fuera de mi país y me entusiasmé. Siempre luché para tener seguro mi trabajo, más allá de que a veces te gusten las cosas un poco más que otras.

-¿Cómo es el hecho de desarrollar tu carrera casi siempre en el exterior y lejos de tus costumbres?
-Al principio es difícil, cada cambio de ciudad hace que te tengas que acostumbrar a diferentes cuestiones, como la forma de vivir, de comer… Cuando sos más grande vas entendiendo mejor las situaciones y lo empezás a llevar mejor. Se dio un momento en que, tras cinco años en España, quería volver a Grecia porque no había jugado nunca la liga de allá. Lo hice durante dos años y medio y salió mal, porque caí en un lugar donde no me pagaban. Trabajé todo el año para no cobrar casi nada.

-¿Qué visión tenés del básquet argentino en general?
-Que tiene muy buen futuro. He visto acá muchos jugadores jóvenes en gran nivel, que pueden competir en las ligas del exterior y en la NBA. Hay una gran formación pensando en la Selección.

-¿Cómo ve el extranjero a nuestra Selección y al lugar que se ganó para el mundo?
-Como una Selección muy importante y respetada. Logró cosas muy difíciles que otras selecciones con más estrellas no lograron. Argentina está siempre en la conversación, es la mejor de Latinoamérica.

-A los 33 años, ¿qué esperás para lo que queda de tu carrera?
– Me encantó jugar en Argentina, por su país y la competencia, y me gustaría seguir acá.