El Santiago Martín dictaminará sentencia de la Basketball Champions League

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El papel de la afición fue fundamental para que el Iberostar Tenerife ganara su semifinal de la Basketball Champions League contra el Umana Reyer Venezia y el Santiago Martín se antoja clave otra vez para que los aurinegros levanten este domingo el título. El Banvit de Jordan Theodore, rival en la final

Pau Rodríguez Tubau
@paurodritu
ACB.COM

El Iberostar Tenerife sigue vivo en su gran desafío de la temporada y sueña con levantar el título de la Champions League este domingo contra el Banvit. Y en la gran final, el papel de la afición volverá a ser fundamental. El Santiago Martín será el que dictaminará sentencia, y para que esta sea favorable al Iberostar Tenerife, los aficionados deberán volver a ser ese sexto hombre que aupó a su equipo en la semifinal.

En la rueda de prensa posterior al partido contra el Umana Reyer Venezia, el entrenador del Iberostar Tenerife, Txus Vidorreta, no escondió que su equipo tiene «un deseo enorme por ganar este título». Y en cuanto a favoritismos, el técnico aurinegro aseguró que «la final está al cincuenta por ciento» porque los canarios juegan en casa. Si no fuera así, el Banvit «sería el favorito porque tiene un gran equipo».

Los turcos sufrieron para ganar en su semifinal contra el AS Monaco. De hecho, el Banvit se vio superado durante prácticamente los tres primeros cuartos, pero culminó la remontada sacando su carácter y confiando en la dirección de su estrella, Jordan Theodore, y en el acierto de sus tiradores, Gediminas Orelik y Furkan Korkmaz.

El AS Monaco volvió a demostrar que si se anula a Theodore, el Banvit pasa por muchos apuros. De hecho, los monegascos dominaron gran parte del encuentro gracias a su trabajo defensivo sobre el base estadounidense, aunque este acabó apareciendo y liderando a su equipo hacia la victoria.

En los momentos en los que Theodore no tenía el ritmo del partido, fue Gasper Vidmar el jugador que tiró del carro del Banvit. El veterano pívot esloveno dominó a placer en la pintura y aguantó a su equipo en el marcador ante un AS Monaco que se podría haber escapado aún más en el marcador.

Junto a Theodore y Vidmar, las dos otras piezas claves fueron Orelik y el joven Kurkmaz. El alero lituano, segundo espada del Banvit, volvió a aparecer con sus puntos en los momentos en los que su equipo necesitaba un desatascador. Y el escolta turco demostró su talento y calidad, además de sangre fría, al clavar triples decisivos en momentos calientes del partido, cuando todo estaba por decidir.

Si el Iberostar Tenerife quiere alzar este domingo el título de la Basketball Champions League, los aurinegros deberán ser ellos mismos, hacer el mismo baloncesto que les ha llevado hasta aquí y, si la presión y los nervios les vuelven a pasar factura, dejarse llevar por su afición.

Saber anular a Theodore también será fundamental para los canarios, además de saber contener las embestidas en la pintura de Vidmar y contener las muñecas calientes de Orelik y Kurkmaz.

«El Banvit es un equipo duro, que tiene dos o tres jugadores referentes que son la clave, es donde nos tendremos que concentrar», analizó Richotti justo después de la semifinal contra el Umana Reyer Venezia.

Por su parte, la gran estrella de ese partido contra los italianos, Tim Abromaitis, fue optimista de cara a la gran final. «El domingo tenemos una oportunidad. Será un partido duro, pero después de la victoria en las semifinales estamos con confianza».