El Informe de la Fundación CyD (Conocimiento y Desarrollo) "La contribución de las universidades españolas al desarrollo", correspondiente al año 2012, señala las "enormes diferencias", de hasta 6.000 euros, en las transferencias corrientes por estudiante matriculado realizadas desde las respectivas Administraciones hacia las distintas universidades.

"Se ha producido un aumento de la disparidad entre los sistemas universitarios en lo que a los recursos públicos de los que disponen se refiere", añade.

Las cifras sobre las transferencias de las administraciones a las instituciones académicas -que, en rigor, datan de 2010- apuntan, asimismo, a una situación de desigualdad entre las universidades canarias en este aspecto. La de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) es la cuarta del país en cuanto a los recursos públicos recibidos por alumno, con 7.768 euros, y la de La Laguna (ULL), la vigesimoséptima, con 5.763.

La profundización en los recortes presupuestarios que se ha producido en los últimos años permite deducir que los datos de todas las universidades del país deben haber experimentado significativos descensos.

El informe de la fundación presidida por Ana Patricia Botín explica que "la principal fuente de ingresos de las universidades son los recursos públicos", que representaron en promedio para el conjunto de universidades del 59,14% de la financiación neta en el año 2012. En concreto, señala que las mayores transferencias por alumno matriculado se producen en la Universidad Pública de Navarra -con 9.363 euros-, la Politécnica de Cartagena -con 9.047 euros- y la Universidad del País Vasco -con 9.025.

En cambio, tales transferencias registraron los menores niveles en las universidades Rey Juan Carlos -3.351 euros- de La Coruña -con 4.271 euros- y de Cádiz -con 4.362 euros. La segunda fuente de recursos de las universidades públicas corresponde a los derechos de matrícula, tasas y precios públicos, que son pagados directamente por el usuario o compensados por las administraciones públicas correspondientes, según recuerda el estudio.

El coordinador general del Informe, Martí Parellada, concluyó ayer que "las transferencias que reciben las universidades por alumno de las comunidades autónomas pueden llegar a triplicarse entre la universidad que más recursos recibe y la que menos". Por ello, insiste en que "no puede haber una reducción de las transferencias a la universidad pública al ritmo en que se están produciendo".

"Es urgente revertir, en el plazo más breve posible, la reducción de las transferencias a las universidades públicas y la menor dotación de recursos dedicados a la I+D+i", sentenció Parellada, que apostó por "priorizar el gasto universitario", a través de "un convencimiento social de que la universidad pública es un elemento clave para mejorar la situación económica de todo el país".

La fundación alerta de que las reducciones presupuestarias y la crisis están debilitando el papel de motor de desarrollo económico de las universidades públicas, que registraron, en el caso de las presenciales, una caída de ingresos no financieros del 7,8 % entre 2009 y 2011.

La opinión de expertos relacionados con la universidad, la empresa y la administración pública consultados en la última encuesta anual de CYD constata un "empeoramiento o retroceso" en cuatro aspectos: la competitividad internacional de las universidades españolas; la capacidad competitiva internacional de la economía española gracias al sistema universitario; la dotación de infraestructuras para la ciencia, la tecnología y la creación y transferencia de conocimiento; y la importancia otorgada por las administraciones públicas a las políticas y recursos dirigidos al sistema universitario.

El volumen de contratos de las oficinas universitarias de transferencia de resultados de investigación cayó un 11% en 2011. Las "spin offs" (empresas constituidas a partir de los resultados de la investigación universitaria con fondos públicos) bajaron un 15,3% en comparación con un año antes.

Aunque han crecido las solicitudes y registro de licencias y patentes y las publicaciones científicas -si bien con menor liderazgo de investigadores españoles-, podría deberse a resultados de investigaciones de años anteriores.