Las islas Canarias han sufrido un invierno 2018-2019 muy cálido al registrar temperaturas superiores a lo habitual y seco a muy seco al contar en los últimos tres meses con menos lluvias de lo que suele ser normal, según puso ayer de manifiesto el delegado de la Aemet en el archipiélago, Jesús Agüera.

"Esto es una tendencia que parece no variar desde hace muchos años. Ya nos podemos preparar -dijo- que las temperaturas no van a bajar porque la concentración de gases de efecto invernadero es cada vez mayor en la atmósfera y, aunque cesaran y no emitiéramos más, con lo que ya se ha emitido tenemos calentamiento para decenios".

En este sentido, matizó que es llamativa la ausencia de días de helada durante diciembre, ya que ni en el Teide se registraban temperaturas bajo cero, además de incidir en que el hecho de que en un mes de diciembre no caiga "absolutamente nada" de precipitaciones es reseñable.

Diciembre fue el mes más seco de la serie histórica y febrero el segundo con más calima

"El invierno ha dejado de ser la estación de lluvias en las islas, eso ya ha cambiado desde hace años, y las precipitaciones, cuando se producen, se generan a finales de octubre o principios de noviembre. Si no se generan en otoño arrastramos un déficit [de lluvias] importante", comentó.

Diciembre ha sido el más seco de las series históricas, ya que sólo ha habido otro sin precipitaciones en Santa Cruz de Tenerife (1900) y tres en Izaña (1918, 1959, 2011). Mientras, en febrero, la calima alcanzó el segundo valor más alto del mes desde 1974, solo por debajo del de 1988.

Respecto a la primavera, explicó que se prevé que las temperaturas en abril, mayo y junio sean superiores a lo normal y las precipitaciones inferiores a lo habitual.