Un joven partido de la ultraderecha holandesa, Foro para la Democracia (FvD), se ha convertido este jueves en el grupo más grande del Senado holandés, que tiene la última palabra para aprobar las leyes, y logra arrebatar la mayoría a la coalición del Gobierno, liderada por el liberal Mark Rutte.

Liderado por Thierry Baudet, un político populista conocido por sus declaraciones eurófobas y antimigratorias, el FvD ha logrado superar en número de votos y escaños a los doce partidos políticos que se presentaron ayer a los comicios para los doce Consejos Provinciales, que determinan la formación del futuro Senado holandés.

Con el 98 % de los votos contados, la coalición del Gobierno ha sufrido un gran golpe electoral y sus cuatro miembros han perdido apoyos y senadores: el Partido Popular para la Libertad y Democracia (VVD) tendrá 13 escaños, la Llamada Democristiana (CDA) 9, los Demócratas 66 (D66) se queda con 6 y la Unión Cristiana sube un punto y obtiene 4 senadores.

Hasta las elecciones de 2012, el Ejecutivo de Rutte tendrá que lidiar con la inestabilidad política porque ya no tiene garantizada la mayoría en el Senado para aprobar sus proyectos de ley, y solo podrá hacerlo si logra convencer a algunos partidos de la oposición para dar su apoyo a los temas más conflictivos.

Los grupos más proclives a sentarse a la mesa con la actual coalición de gobierno son, por un lado, la izquierda verde Groenlinks, con nueve senadores, pero que tuvo un fracaso muy sonado en 2017 cuando intentó formar un Ejecutivo con VVD, CDA y D66 por desacuerdos en temas de inmigración y medio ambiente.

Por otro lado, están los socialdemócratas del PvdA, que cuentan con tres escaños en el Senado y que han sido socios de Rutte en la anterior legislatura, una decisión que han pagado con casi la mitad de sus votantes, por lo que su actividad política está más centrada en la regeneración interna y en mostrar distancia de los liberales.

"La coalición tiene un problema. Esperaremos a que vengan los partidos del Gobierno y ya veremos si se puede apoyar en algo", subrayó el líder de los laboristas, Lodewijk Asscher, aunque solo sus tres senadores tampoco sumarían la mayoría del Senado.

El otro ultraderechista holandés y líder del Partido de la Libertad (PVV), Geert Wilders, ha sido la otra sorpresa de la elecciones provinciales: se queda tan solo con cinco escaños, después de perder cuatro a favor de Baudet, considerado "menos radical" en sus declaraciones, a pesar de mantener un fuerte discurso antieuropeista e islamófobo.

Uno de los factores determinantes del discurso de campaña del FvD fue desmentir la existencia del calentamiento global.

Considera que la "brujería climática" tiene el objetivo de usar dinero del contribuyente a través de, entre otras cosas, la "idolatría de la sostenibilidad", y, al igual que el presidente estadounidense Donald Trump, rechaza los argumentos científicos que advierten contra los peligros del cambio climático.

En su discurso de victoria electoral, Baudet celebró las pérdidas sufridas por "los partidos del orden establecido" y aseguró que la huida de votantes hacia el FvD es un "castigo por su arrogancia y estupidez", pero también un "llamamiento", porque Holanda "necesita" a la ultraderecha.

Conocido por sus múltiples declaraciones sexistas y antifeministas, Baudet también cree que Holanda debería abandonar el sistema Schengen, y advierte, en uno de sus libros, de que la unificación europea y el multiculturalismo han debilitado al Estado y augura el fin de la UE.

En un principio apostaba por un referéndum inmediato para un "nexit" (variante neerlandesa del brexit), pero ha relajado un poco su discurso en los últimos meses, vistas las complicaciones que está teniendo el Reino Unido para lograr apoyos para un acuerdo de salida negociado.

El futuro Senado se conformará el próximo 27 de mayo a partir de los 550 miembros de los Consejos Provinciales recién elegidos.